Cuatro muertos en el aire en dos días
Un instructor y su alumno fallecen cuando hacían prácticas en una avioneta
La fatalidad se ha apoderado del cielo catalán. Dos ocupantes de una avioneta comercial murieron ayer cuando el aparato cayó en picado sobre una masía de Sant Pere de Vilamajor (Vallès Oriental). Los fallecidos hacían prácticas de vuelo. Es el segundo accidente aéreo con víctimas en 48 horas. El lunes, otras dos presonas murieron en el siniestro de un helicóptero que había sido contratado por la Generalitat como refuerzo para la campaña forestal.
El accidente de ayer ocurrió pasadas las diez de la mañana. Los dos fallecidos, que tenían una vasta experiencia como pilotos, habían despegado del aeródromo de Sabadell para practicar unos ejercicios. Uno de ellos era examinador. El otro, el alumno: pretendía obtener la habilitación para convertirse en instructor de este tipo de avioneta, un aparato bimotor Partenavia.
Un posible fallo en el motor hizo que la avioneta cayera en picado en el jardín de una finca privada, Can Soriano. Un ala de la avioneta rozó el tejado de la casa, que resultó afectada cuando explotó el tanque del combustible y se produjo un pequeño incendio. En el momento del siniestro había en la finca (pero no en la casa) cuatro trabajadores. Ninguno de ellos resultó herido, aunque el susto fue monumental. El propietario acababa de salir a "hacer unos recados". La avioneta dio dos vueltas en espiral antes de caer a plomo.
Los vecinos explicaron que las avionetas sobrevuelan a menudo la zona y que uno de los ejercicios que raelizan habituialmente consiste en detener el motor adrede. Se trata de caer unos metros en picado para, en un momento dado, retomar el vuelo.
"No han intentado aterrizar ni nada de eso. Han tenido un problema con el motor y han caído directamente sobre la finca después de dar dos vueltas", señaló el concejal José Luis Bosque. La finca está situada a escasos 100 metros de una carretera comarcal y, aunque los Mossos d'Esquadra acordonaron la zona, el tráfico no resultó afectado. Aviación Civil ha iniciado una investigación del accidente.
Los equipos de emergencias tardaron cuatro horas en extraer los cuerpos de entre el amasijo de hierros de la avioneta. La escuela de aviación a la que pertenecían, Gavina, no quiso desvelar ayer su identidad, aunque destacó "su experiencia, su valía y su profesionalidad". Se trata de dos varones de entre 30 y 40 años, vecinos de Matadepera y Sant Cugat.
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