Europa exige el fin de la represión

Reino Unido, Alemania y Francia repudiaron ayer las acusaciones de injerencia lanzadas por Irán y exigieron al régimen islámico que frene la represión. "Rechazo categóricamente que quienes protestan en Irán estén manipulados por países extranjeros", dijo David Miliband, ministro británico de Exteriores. Su homólogo francés, Bernard Kouchner, calificó las declaraciones de las autoridades iraníes de "inaceptables", condenó la "brutal represión" y pidió "la liberación inmediata" de los detenidos en las protestas.

En el mismo sentido se pronunció la canciller alemana, Angela Merkel, que instó a Teherán a abstenerse de usar la violencia contra los manifestantes y a permitir a los medios de comunicación informar sobre las protestas. "Alemania está del lado del pueblo iraní, que quiere ejercer sus derechos de libertad de expresión y asociación", dijo Merkel. "Podrían disiparse las dudas repitiendo el recuento de los votos de forma transparente y, si es necesario, con observadores internacionales".

El Gobierno italiano pidió al régimen iraní que respete la voluntad popular y evite un nuevo derramamiento de sangre. Y el Ministerio de Exteriores español mostró su apoyo a los tres países acusados "de forma totalmente injustificada" de instigar los disturbios y apeló a Teherán "a atender las legítimas reclamaciones de los candidatos" y a no recurrir a la violencia.