Canciones perezosas
Ay, la madurez. Ese término que en el pop no se sabe si es un piropo o un insulto disimulado. M Ward, estadounidense de 36 años, tuvo un largo periodo de maduración hasta convertirse en un pilar del nuevo folk yanqui. Y eso no es fácil porque ése es hoy uno de los terrenos más transitados y creativos de la música popular.
A partir de su cuarto disco Transistor radio (2005), y en los dos siguientes Post-war (2006) y el último Hold time (2009), Ward ha desarrollado un sonido peculiar, avejentado, que parece sacado de un viejo single de los años cuarenta desgastado por el uso. Son canciones perezosas, la banda sonora perfecta para un libro de Mark Twain, voz rotunda, guitarras cristalinas y baterías distantes. Consiguió notoriedad como telonero y miembro de la banda de Norah Jones, primero, y como pareja -musical- de Zooey Deschanel, la emergente actriz de Hollywood, con la que publicó un interesante y delicado disco bajo el seudónimo She & Him. Sin embargo, el día 22 vendrá a la sala Heineken con su banda a tocar sus temas, que se antojan perfectos para entrar en el verano.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.