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Reportaje:Copa Confederaciones 2009

Italia envejece

El conjunto de Lippi es la base del campeón mundial de 2006, pero le pesan las piernas y no responde ante rivales menores

Jordi Quixano

El fútbol de Italia parece haber pasado de moda, por más que sea la campeona del mundo. "Quieren haceros pasar por anticuados, pero les haréis ver que sois los campeones. ¡Decidme si todavía tenéis rabia y hambre!", gritó Marcello Lippi, el seleccionador azzurro, a sus jugadores tras el bochorno ante Egipto (0-1) y poner en serio peligro su pase a las semifinales. "Las momias somos nosotros", tituló como respuesta La Gazzetta dello Sport. "El equipo está tan pálido y teñido como la camiseta estrenada para la ocasión", añadía Il Sole 24 Ore. "Tenemos todo para conseguirlo", prosiguió Lippi en su discurso alentador. Sabe que Italia se reactiva en los momentos más comprometidos. Pero la duda estriba en si el equipo está oxidado. Y se juega las castañas contra Brasil.

El debate de la edad y el rendimiento está más que presente en Italia. Tiene razón de ser. La mejor marca de los equipos italianos en las dos últimas Champions son unos cuartos de final del Roma. Si se contabilizan a los jugadores nacidos antes de 1976, la Serie A cuenta con 58 de 33 o más años. O, lo que es lo mismo, salen a tres por club. Poco que ver con el resto de las grandes Ligas europeas. En España hay 44 (2,2 de media); en Francia, 39 (1,95); en Inglaterra (1,85), 37, y en Alemania, 36 (2). La nazionale es similar. La media es de 28,1 años. Mientras que la de España, por ejemplo, se queda en 25,5 y la de Brasil en 27,1. Si se atiende al conjunto que se midió a Egipto y Estados Unidos, la edad ronda los 30 años.

"Con los jóvenes hay que estar atentos", replica Buffon; "para jugar a este nivel no sólo vale la técnica, sino que hay que tener la experiencia que te da el tiempo". Roberto Donadoni, el anterior seleccionador, probó rejuvenecer al equipo. A la que se dio cuenta, la selección se complicaba su pase a la Eurocopa y tuvo que tirar de los veteranos para enmendar el asunto. En la cita europea, sin embargo, se dio de bruces. Lippi también utiliza la misma base -12 de los 23 jugadores convocados ya formaban parte del equipo del Mundial de 2006- y sólo Rossi, Chiellini o Montolivo dan aire a un grupo que resopla ante rivales menores.

A Italia no le sirvió de mucho jugar de maravilla en 1978, cuando igualó ante Alemania y perdió frente a Holanda en la segunda fase del Mundial. Necesita sufrir para ganar. Es algo genético. Al de 1982 se presentó tras un escándalo de apuestas clandestinas y al de 2006 llegó tras las trampas y los amaños de resultados del Juventus, entre otros. Ahora no hay una tragedia, pero el equipo parece hundido y casi nadie apostaría por su victoria.

"Nunca hemos tenido un fútbol-champán o técnica para terminar con un triunfo por 6-0. Nuestro juego es combativo y duro", argumenta Buffon. "Son los campeones del mundo y eso hay que respetarlo. Es un equipo, además, muy acostumbrado a jugar partidos decisivos", apunta Dunga, el seleccionador brasileño. "Eliminar ahora a Italia sería una gran ventaja para nosotros", resalta Kaká.

Exigida a repetir el resultado que haga Egipto contra Estados Unidos para pasar de ronda, Italia se bate contra Brasil. Justo 39 años después de la final del Mundial de México, cuando la canarinha la derrotó por 4-1. En la última, la del de 1994, también la batió en la tanda de los penaltis. "Italia puede vencer a Brasil y a España", sentencia Buffon. Siempre y cuando no les pesen las piernas.

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