Según quien llore

El dicho popular de "el que no llora no mama" alcanza cuotas inusitadas cuando analizamos la construcción del AVE (Alta Velocidad Española). Mientras el trayecto de esta línea férrea entre Madrid y Asturias, a través de Valladolid (ya en funcionamiento), Palencia y León, sigue siendo una incógnita, el trazado hacia Galicia ha sido variado desde que un ministro gallego se hizo cargo del departamento de Fomento. ¡Qué casualidad!

El Ministerio de Fomento, ya siendo Magdalena Álvarez su responsable ya desde que lo es José Blanco, ha negado en cinco ocasiones a Asturias un calendario para el AVE similar al que el presidente Rodríguez Zapatero acaba de prometer al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, del Partido Popular. Los requerimientos asturianos se han hecho desde la Junta General del Principado, el Parlamento autónomo y el Congreso de los Diputados. Las peticiones astures las hizo un Gobierno regional del mismo partido que el del presidente del Gobierno nacional, el Partido Socialista Obrero Español.

El Parlamento asturiano ha realizado el sexto intento con el apoyo de otros partidos y espera mejor suerte.

Pero creo que Pepiño Blanco se ha propuesto concesiones en los feudos del Partido Popular con el fin de conseguir cuota electoral a largo plazo y a los asturianos nos va a tocar un AVE de segunda, mixto, más lento y muchos años más tarde de lo establecido. Es decir, ¿queremos un AVE de primera? Pues a llorar.