Ópera prima
Narrativa. La ópera prima del Nobel J. M. Coetzee desarrolla ya sus temas predilectos -el peligro de la omnipotencia, los conflictos del individuo y la sociedad, la culpa que nos vuelve vulnerables, la poética de la injusticia- y a la vez vaticina la audacia formal con la que envolverá toda su narrativa hasta el extremo insólito de su última novela, transgenérica y deconstruida, Diario de un mal año (2007). Tierras de poniente (1974) se compone de dos nouvelles en torno al poder y a los procesos mentales de la racionalización del horror y de la supervivencia en un entorno emocional hostil: 'El proyecto Vietnam', la crónica personal, en forma de monólogo obsesivo, de Eugene Dawn, experto en psicología militar que, perplejo ante el alcance de las maquinaciones propagandísticas de la guerra, se obsesiona con la redacción de un informe para su superior, llamado Coetzee, que acabará suplantando su vida, contempla la caída de su vida familiar y parece enloquecer; y 'La narración de Jacobus Coetzee', que juega al tópico del manuscrito hallado y editado, se hace eco de los estragos de la megalomanía de un resentido colono bóer, en tiempos de la conquista neerlandesa de Suráfrica, y de su condena de la reticencia de una tribu hotentote a acatar la superioridad blanca. Presagio de la futura narrativa del autor de La edad de hierro, Tierras de poniente es un libro oscuro y árido acerca del choque de culturas y de la sinrazón, la insensibilidad y la estrechez de miras de quienes forjan el peligroso absurdo de nuestra sociedad.
Tierras de poniente
J. M. Coetzee
Traducción de Javier Calvo
Mondadori, Barcelona, 2009
174 páginas. 16,90 euros
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.