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Tentaciones
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Reportaje:DISCOS

White lies:la muerte les sienta tan bien

Tras dos años sin que les hicieran caso, este trío inglés pilló un filón con su debut en glosar la muerte. Lo presentarán en julio en el FIB Heineken.

Hace poco más de dos años, White Lies era otra banda de aquéllas que querían hacer que las chicas bailaran. Se llamaban Fear of Flying y no eran ni buenos ni malos; simplemente, pasaban por allí. Un día, la banda de Londres vio el túnel al final de la luz y se aplicó para convertir todo en muerte. De querer ser los nuevos Franz Ferdinand pasaron a convertirse en la versión descargable de The Cure. Aunque insistan en citar referencias con más pedigrí como claves a la hora de diseccionar su apuesta, lo cierto es que no son El ansia, son Crepúsculo. Su música encaja mejor en Gossip girl que en A dos metros bajo tierra.

A finales de 2008 ya eran una de las apuestas para definir este tormentoso 2009. Habían pasado de telonear a la dulce Laura Marling a editar un single titulado Death (Muerte). En febrero, en pleno invierno del descontento financiero, el álbum de debut del trío formado por Harry McVeigh (voz y guitarra), Charles Cave (bajo) y Jack Brown (batería) entraba en el número uno de Reino Unido. "Eso no nos da miedo", comenta por teléfono Harry, recién llegado de Rusia, donde confiesa haberse pasado tres días hasta arriba de vodka, celebrando la vitalidad que da lograr ser número uno hablando de lo genial que debe ser morirse. "No esperábamos ser número uno y somos conscientes de que hoy día estas cosas no significan lo mismo que antes, pero, joder, ser número uno es genial. No me hagas pensar en el lado malo del éxito cuando todavía no sabría decirte qué coño es el éxito. Llevo muy poco conviviendo con lo que se supone que es triunfar".

Se conocieron en el colegio. Formaron su primera banda a los 15 años y decidieron refundarse justo antes de la universidad. Se reunieron y convinieron darse una oportunidad en forma de año sabático, nuevo nombre, nuevo sonido y nuevas ambiciones. "No es que antes fuéramos malos, es que no encontramos nuestra voz. No reniego de lo que escribíamos antes de ser White Lies, pero esto nos sienta mucho mejor", comenta Harry. El cantante culpa de su nueva apuesta a una epifanía personal, ignorando los rumores que responsabilizan de sus nuevas hechuras a su fichaje por la compañía de management que lleva las carreras de Kaiser Chiefs o Franz Ferdinand. "Es una estupidez. Simplemente, crecimos. Tiene sentido. Entre los 15 y los 20, lo que haces es crecer, ¿no?", apunta el vocalista. "Puedes sentirte seducido por la imaginería de lo oscuro, de la muerte, y no ser un grupo de zombies en busca de un horno en el que meter la cabeza".

Es esta aproximación casi lúdica y nada afectada al hecho de perder la vida (esto se llama posadolescencia) lo que hace de White Lies esa banda oscura que puede ser número uno sin que los padres de una generación sientan que deben esconderles los cuchillos a sus hijos adolescentes.

To lose my life está publicado en Universal. White Lies actúa el 19 de julio en el FIB Heineken.

<b>De izquierda a derecha: Charles Cave, Harry McVeigh y Jack Brown. </b>
De izquierda a derecha: Charles Cave, Harry McVeigh y Jack Brown.

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