Otro día en blanco
Las declaraciones del delegado del gobierno, Antón Louro, y del alcalde de Vigo, Abel Caballero, negando que los trabajadores del metal tuviesen nada que ver con el sabotaje indignó ayer a la patronal. "Si los sindicatos no son responsables directos de esto, sí lo son por crear el caldo de cultivo", señaló Enrique Mallón. Para la parte empresarial, "cada vez está más claro que esto es un conflicto político". "Hay un congreso este fin de semana donde parece que va a reinar el ala radical que gobierna la huelga", en referencia a la CIG. "Más de 120 empresas con unos 8.000 trabajadores nos dicen que no podrán afrontar el pago de nóminas", advirtió, para añadir que "los líderes sindicales sí cobrarán el salario íntegro o incluso más".
Las partes no se sentaron ayer a negociar ni lo harán, por lo menos, hasta el lunes. La conselleira de Traballo, Beatriz Mato, los ha convocado por separado apartando de la mediación a los actuales delegados.
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