Gasol o el éxito de los extranjeros

El peso de Pau Gasol en la NBA supera al de la mayoría de los jugadores no estadounidenses. Sólo Nowitzki, alemán, y Parker, francés de origen belga, suman cifras comparables. Nowitzki, alero de los Mavericks de Dallas, es el mejor en casi todas las facetas, pero el español ha logrado el anillo en su segunda final y él sólo disputó una, y la perdió, ante Miami en 2006, mientras Parker suma tres títulos como base de los Spurs de San Antonio. La importancia de Gasol para los Lakers de Los Ángeles se traduce en una media de 39m 6s por partido, superior a la de Parker (36m 36s) y la del canadiense Nash (36m 12s con los Suns de Phoenix).

La calidad de los europeos ya no sorprende a los entrenadores. "Puede surgir de vez en cuando algún LeBron James, pero, por lo general, ¿cuáles son los norteamericanos con más de 2,05 metros y técnicamente bien dotados?", se pregunta Stan van Gundy, el de los Magic de Orlando. "Me gustaría que contáramos con el sistema de enseñanza del baloncesto en Europa porque aún disponemos de los mejores atletas, de la gente con mayor potencial. Ya no tenemos ni el tiempo ni la paciencia para que jugadores de la estatura de Nowitzki desarrollen sus habilidades y su talento".

La generación de Pau tiene mejores números que los pioneros como Kukoc

Van Gundy: "Querría contar con el sistema de enseñanza del baloncesto en Europa"

Nowitzki es el no nacido ni formado en Estados Unidos con mejores registros gracias a sus 41m 54s de promedio en las nueve ediciones de los play offs que ha disputado con los Mavericks, en los que alcanzó los mejores resultados en puntos (25,5) y rebotes (11). En esta última faceta, Gasol es el tercer extranjero, con una media de 9,3, por detrás de Nowitzki y empatado con el chino Yao Ming. En cuanto a los puntos, el 16 de los Lakers, con 18,1, es el cuarto, tras Nowitzki, Ming (19,8) y Parker (18,9) y por delante de Nash (17,3), Stojakovic (16,2) y Ginóbili (16).

Gasol ha disputado cinco veces los play offs: tres con los Grizzlies de Memphis, con los que perdió siempre por 4-0 en la primera ronda, y dos con los Lakers, con los que cayó en la final ante los Celtics de Boston en 2008 y ha ganado el título en 2009.

Los números de los pioneros, los que rompieron el monopolio estadounidense, quedan lejos de los de los jugadores de la generación de Gasol (nacido en 1980 y en la NBA desde 2001), Parker (1982 y 2001) y Nowitzki (1978 y 1998). El croata Kukoc, por ejemplo, ganador de tres anillos con los Bulls de Chicago y nombrado el sexto mejor jugador de la Liga en l996, posee unas medias de 26,9 minutos, 10,7 puntos, 3,9 rebotes y 3,2 asistencias.

El serbio Divac, que, por su posición y porque también jugó con los Lakers, puede ser más comparable a Gasol, disputó 14 play offs con una media de 30,8 minutos, 12,1 puntos, 7,5 rebotes y 2,4 asistencias y el lituano Sabonis siete con los Blazers de Portland y totalizó 28,8 minutos, 12,1 puntos, 7,4 rebotes y 1,9 asistencias. También parecidas fueron las estadísticas del alemán Schrempf y el holandés Smits, formados en universidades estadounidenses, y muy inferiores resultaron las de legendarios europeos que abrieron la brecha, como Petrovic, Marchulenis, Radja o Volkov.

La NBA considera internacionales a una serie de jugadores no nacidos en Estados Unidos, pero formados en sus universidades y que han jugado en su selección como Duncan, originario de Islas Vírgenes, u Olajuwon, nigeriano. Ambos se sitúan en un nivel superior, pero desde muy jóvenes vivieron, se formaron y se nacionalizaron estadounidenses.

Desde 1992, todos los campeones de la NBA han tenido al menos un internacional en sus plantillas, excepto los Heat de Miami en 2006 y los Celtics la pasada temporada. Pero los únicos que han tenido un peso importante en los anillos obtenidos por sus equipos fueron Kukoc, como sexto hombre en los Bulls, y Parker y Ginóbili, como base y alero desequilibrantes en los Spurs. En la final de este año se ha producido tal vez la mayor concentración de no estadounidenses con Gasol, Vujacic y M'Benga en los Lakers y Turkoglu, Pietrus y Gortat en los Magic.

Bob McAdoo, uno de los jugadores míticos de la NBA y que compitió durante algunas temporadas en las filas del Milan, se refiere a las prevenciones que por entonces, en los años setenta y ochenta del siglo pasado, tenía la Liga respecto a los extranjeros. "Jugué contra varios que poseían calidad para haber destacado fácilmente en la NBA, como Schmidt, e incluso al lado de alguno de ellos, como Meneghin", explica.

Schmidt cuenta que el ejemplo de su amigo búlgaro Glouchkov, el primer europeo que jugó en la NBA, formando parte de los Suns, le desanimó por los pocos minutos de juego que le dieron. "Conocía mis limitaciones, mis defectos", explica el brasileño; "nunca habría tenido éxito jugando diez minutos por partido. La NBA es magnífica... si eres una estrella".

Atlanta Hawks fue la primera franquicia que apostó fuerte por los extranjeros seleccionando a siete en los drafts de 1986 y 1987. El éxito de la generación de Parker, Nowitzki, Gasol y Ming ha acabado de abrir la veda y los ojeadores se lanzan sobre jugadores cada vez más jóvenes, como Ricky Rubio. También se han producido sonoros fracasos como el del serbio Milicic, número dos del draft de 2003, por delante de Carmelo Anthony, Chris Bosh o Dwyane Wade. Pero la NBA se está convirtiendo en una Liga cada vez más global en la que esta temporada han intervenido 75 jugadores nacidos fuera de Estados Unidos.