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El nuevo plan de carreteras de Vizcaya detalla inversiones por 3.750 millones

El proyecto incluye el corredor Durango-Kanpazar y otro puente en la Ría

Los tres principales partidos de Vizcaya (PNV, PSE y PP) cerraron el pasado miércoles el texto del nuevo plan de carreteras, que incluye inversiones por un total de 3.753 millones de euros hasta el año 2016. La principal novedad es la construcción de un corredor desde la A-8 en Durango hasta Kanpazar, donde conectará con la recién abierta autopisa AP-1 (Eibar-Vitoria), un proyecto que superará los 200 millones de euros. Además, se prevé levantar un nuevo puente viario sobre el Nervión, el de Axpe, en Erandio, con lo que se desecha una carretera de peaje bajo la Ría en Leioa.

El documento, al que ha tenido acceso EL PAÍS, ha requerido cerca de un año de negociaciones en la ponencia constituida al efecto en las Juntas Generales y sustituye al Plan de Accesibilidad que suscribieron en 2003 entonces el PNV, el PSE y EA. La principal infraestructura que incluía aquel plan se mantiene sin variaciones en éste: la Supersur, la nueva autovía de peaje en torno a Bilbao que cuenta con un presupuesto global de 1.290 millones de euros.

Socialistas, PNV y PP han cerrado su acuerdo sobre el contenido del plan

La primera fase de ese proyecto se halla en obras desde 2007 y la fecha prevista para su finalización se sitúa en 2011, tres años después de la inicialmente manejada. Unirá Bilbao y Portugalete con un coste de 650 millones de euros. También se detallaba ya en el anterior plan la conexión de la A-8 con la A-68, que se mantiene ahora para que se desarrolle en el trienio 2011-2013.

El plan acordado, que ahora debe pasar a las Juntas Generales para su aprobación definitiva -sólo recibirá la abstención de EB y de las tres formaciones del grupo mixto: EA, Aralar y ANV-, incluye la construcción de la segunda fase de la Supersur, entre Arrigorriaga y Galdakao.

El nuevo corredor desde Durango hasta la Eibar-Vitoria no tendrá peaje y su trazado discurrirá totalmente bajo tierra. El documento apuesta por construir un nuevo peaje en Ermua -ahora los conductores tienen que transitar hasta Eibar-.

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A ello se suman cuatro vías rápidas anunciadas hace ahora un año para que localidades como Markina, Ondarroa, Lekeitio, Gernika, Igorre y Bermeo tengan una conexión directa con la A-8, con un presupuesto global de 745 millones, casi 100 millones más de lo calculado hace 12 meses. La variante de Ermua, presentada en junio de 2008, no se incluye en el actual documento.

Los proyectos prioritarios en el área metropolitana son el viaducto de Axpe, para conectar las dos márgenes con la nueva autovía de la Margen Izquierda (el eje del Ballonti) y aliviar el tráfico del puente de Rontegi. Este proyecto cuesta 176 millones, un precio que ha subido significativamente: en noviembre de 2007, la Diputación lo dejaba en unos 50 millones. Con él, parece ya totalmente desterrada la carretera de peaje bajo la Ría en Leioa, en estudio desde hace 24 años y que no ha acabado de acometerse por su elevado coste: 600 millones, según los últimos cálculos. Este vial fue el gran afectado cuando la Diputación decidió en 2001 construir la Supersur.

El plan foral se completa en Bilbao con la construcción de la Variante de Rekalde, que supone derribar el tramo que pasa justo por encima del barrio para desviar la A-8 hacia el monte, con un coste de 124 millones, y la culminación de la Variante Este, que cerraría el anillo de circunvalación de Bilbao, presupuestado en 176 millones.

Los 3.753 millones de coste se financiarán a través de tres fórmulas: el canon de la A-8, el llamado peaje en la sombra -la Diputación paga un canon a las constructoras, que financian al principio la obra, durante un plazo de entre 35 y 40 años- y los presupuestos ordinarios de la institución foral.

El plan prevé que la mayor parte del dinero -1.985 millones de euros- proceda del canon de la A-8. Esa cifra serviría para financiar la Supersur y el nuevo corredor de Durango a la Eibar-Vitoria. Los 746 milones de las cuatro vías rápidas procederían del peaje en la sombra y el resto, 1.021 millones, con cargo a los presupuestos ordinarios forales.

El peaje en la A-8 tendrá descuentos, eliminados en 2003 en el tramo vizcaíno, mientras que en Guipúzcoa llegan hasta el 75% de bonificación, aunque se limitarán a dos casos: por motivos de trabajo y a vehículos con más de un ocupante.

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