"Hay líneas en las que el nuevo rector no podrá dar marcha atrás"
Francisco Tomás saluda la apertura de su sucesión en la Universitat de València
Los mecanismos relacionados con la sucesión del rector de la Universitat de València, Francisco Tomás, empezaron a moverse en público hace una semana y están a punto de coger velocidad. A la primera asamblea del campus de Ciencias, que dio comienzo al proceso, le seguirán otras y finalmente un encuentro intercampus para poner en común lo debatido antes de que termine junio. Después llegará el verano y para cuando comience septiembre el tiempo empezará a escasear por la cercanía de las elecciones a claustro; una introducción a la elección del nuevo rector en marzo de 2010.
La publicación de la declaración redactada por la asamblea de Burjassot -heredera pero no propiamente continuadora del Bloc, el grupo que en 1985 formó la corriente mayoritaria de la universidad- pilló al rector Francisco Tomás en Moscú.
"La declaración de la asamblea de Ciencias debe ser asumible por todos"
"Es una buena tradición de la universidad generar un debate de ideas y conceptos. Saludo que se realicen este tipo de reuniones", afirma Tomás ya en casa. ¿Ve viable que alguien de su consejo de dirección se presente a rector y converja con el movimiento que echó a andar el 28 de mayo en Burjassot? "El equipo que dirijo es bastante plural, y los aspectos recogidos en la declaración deben ser asumibles por todos. No veo ninguna contradicción. Aunque tampoco tiene por qué asumirse toda una línea programática".
Entre líneas: por ahora es compatible. Lo aprobado en Burjassot no es un programa electoral sino un escueto punto de partida que en resumen dice lo siguiente: la universidad debe ser autónoma respecto a poderes políticos y económicos; responsable socialmente y atenta a la cultura, lengua y personalidad del País Valenciano; participativa, transparente y guiada por criterios de calidad y excelencia.
Una de las líneas que definen los mandatos de Francisco Tomás ha sido la de profundizar la apertura de la universidad a la sociedad, especialmente hacia las empresas. Un diálogo en el que se ha encontrado quizá más con una falta de tejido adecuado que con falta de interés en la otra parte. ¿Existe el riesgo de que su sucesor dé marcha atrás? "Yo creo que no. Desde las primeras elecciones han pasado 25 años y la realidad es otra. Partimos de paradigmas distintos que ya no son modificables. Ya no es tanto voluntad de la cúpula de la universidad como de la actividad diaria de los centros y departamentos. La gente no debe renunciar a sus ideas, pero sí adaptarlas al marco en que vivimos. Hay líneas que no deben, incluso no pueden ser cambiadas".
¿Habrá algún candidato de su equipo? El rector piensa que sí, pero prefiere no dar nombres. Y el vicerrector Antonio Ariño, uno de los que más ha sonado, embarcado en una reforma de calado en la universidad, responde que todavía es pronto. Pero no dice que no.
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