Feijóo se pone como meta lograr la mayoría en todas las ciudades
El PP tiene a su alcance por primera vez la alcaldía de A Coruña
Otro balneario para Feijóo. Cada día más, los comités de dirección del PP gallego se han convertido en sesiones de baño y relax para el líder popular. En el orden del día de ayer, un punto único: análisis, tal vez sería mejor decir celebración, de los resultados en los comicios europeos. Exultante, el presidente del PP gallego compareció ante los medios con una sonrisa y muchos datos: "76.600 votos más que PSOE y BNG juntos, porcentajes de entre el 49% y el 55% de los sufragios en las cuatro provincias".
Feijóo ni siquiera evitó la tentación de extrapolar los resultados a unas hipotéticas municipales para concluir que su partido "está a las puertas de obtener la mayoría absoluta en todas las ciudades". De acuerdo con sus cálculos, las cifras del domingo -con una participación muy inferior a la que se registran en las elecciones locales- darían al PP los gobiernos de Ourense, Santiago y Lugo. En Ferrol le faltan sólo 14 papeletas; a Telmo Martín en Pontevedra, 77. Con 1.100 votos más, podría caer el Ayuntamiento de A Coruña, la única ciudad que los populares no han gobernado nunca. En Vigo, el PP necesita convencer todavía a 4.100 electores para llevar a Corina Porro a la alcaldía. Feijóo todavía hizo una segunda lectura de los resultados y concluyó que la jornada de domingo es "la segunda moción de censura a Zapatero" en 90 días. La primera, según esta peculiar interpretación de las resultados, fue el cambio de Gobierno en Galicia.
Lores admite que peligra su alcaldía y aboga por tomar nota del resultado
El PSOE coruñés sostiene que a la coalición la avalan los ciudadanos
La euforia se extendió rápido a las sedes locales. El portavoz municipal de la oposición en A Coruña, Carlos Negreira, ya se ve con un pie en la alcaldía que ostenta el PSOE desde hace 26 años. Tras volver a ser la fuerza más votada el domingo, los populares sueñan con el sorpasso en María Pita.Los 40.949 votos cosechados el domingo en A Coruña, el 44,50% de los emitidos, deja al PP, destacó Negreira, a sólo 2.000 sufragios, de la ansiada mayoría absoluta que le permitiría arrebatar el bastón de mando al PSOE. El resultado del domingo lo esgrimió el dirigente conservador para instar al alcalde socialista, Javier Losada, a romper su coalición con el BNG y pactar "con el PP los temas claves de la ciudad".
Una invitación que el PSOE coruñés rechazó de plano casi al instante. Los socialistas defienden que la alianza con los nacionalistas "está avalada por los ciudadanos". Y es que, a pesar de haber sido superados por el PP y haberse dejado 2,51 puntos porcentuales con respecto a 2004, los socialistas hicieron un balance triunfalista, sin ápice de autocrítica, del resultado de los comicios.
De hecho, la comparación con las autonómicas sirvió al PSOE para autoproclamarse "el partido que más crece en A Coruña". Desde el 1 de marzo sus apoyos subieron en siete puntos. La ejecutiva socialista presume de haber recuperado respaldo en barrios tradicionales de izquierda que le habían dado la espalda en marzo, cuando Feijóo desbancó al bipartito de la Xunta. Los socialistas ganan "en la mayoría de distritos de la ciudad, lo que supone un voto de confianza" a la gestión del alcalde, interpretó el secretario de Organización, Jacinto Parga.
El BNG coruñés no encontró motivos para la alegría. Aunque tampoco considera que el resultado sea un castigo al bipartito coruñés, los nacionalistas reconocen abiertamente "el problema" derivado de la sangría continuada de votos. El Bloque, en A Coruña, registró una caída de 5 puntos frente a las europeas de 2004 y uno de sus peores resultados en toda Galicia (sólo obtuvo 7.004 votos, el 7,6% de los emitidos).
El portavoz parlamentario del BNG y dirigente coruñés, Carlos Aymerich, abogó por trabajar hasta las municipales de 2011, y corregir su falta de "conexión con los ciudadanos" que permita "percibir al Bloque como una herramienta útil". "Tenemos que trabajar con más humildad", admitió.
En Pontevedra, donde el PP estaría, según cálculos de Feijóo, a sólo 11 votos de la mayoría absoluta, ayer reinó la cautela. Telmo Martín eludió las quinielas y dejó las valoraciones a su concejal Jacobo Moreira. "No somos triunfalistas, ni nos queremos confiar" en esos 13.306 votos, subraya porque "mucha gente habrá votado en clave nacional". A esa lectura se aferran también los socios del bipartito pontevedrés. El alcalde nacionalista, Miguel Anxo Fernández Lores, descarta cualquier extrapolación de los resultados. Su formación pierde tres puntos desde 2004 pero se mantiene por encima del 10% de apoyos, y por tanto también de la cifra obtenida por el Bloque en el resto de ciudades. Lores admite, en cambio, que " el PP está fuerte" lo que supone "una amenaza de cambio tanto en las municipales como en las generales". El alcalde nacionalista recomienda "tomar nota para convencer a los ciudadanos de que la solución no pasa por el Partido Popular".
El PSdeG en Pontevedra respira después de "haber aguantado el tipo". Su comparación también es con las autonómicas, lo que les permite crecer un 7%. Su portavoz, Teresa Casal, asegura que el partido supo levantarse. Para ello esgrime los 11.576 votos recibidos.
En Lugo, el Partido Popular volvió a recuperar el protagonismo de las mejores épocas de Francisco Cacharro, tras haber obtenido el 53,7% de las papeletas, informa Arcadio Silvosa. Su sucesor, el presidente provincial, Xosé Manuel Barreiro, si se lanzó a las quinielas para advertir que su formación podría recuperar "una mayoría absoluta cómoda en la Diputación de Lugo". Ese escenario les permitiría reconquistar feudos significativos como la capital, además de Monforte de Lemos, Viveiro, Guitiriz o Monterroso. El actual presidente de la diputación, el socialista Xosé Ramón Gómez Besteiro, prefiere ver la botella medio llena y lamenta la pérdida de dos puntos en apoyos que atribuye a la crisis económica.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.