El PSOE considera los datos del 7-J un "refrendo" a toda su política

Los socialistas andaluces se mostraron ayer casi eufóricos por el resultado de las elecciones europeas en Andalucía. Por dos razones: la primera, porque mantienen una distancia de ocho puntos con su principal competidor, el PP. Y la segunda porque no se esperaban esta ventaja. Sus expectativas de triunfo eran bastante menores, sobre todo porque las encuestas publicadas en el mes de febrero situaban la distancia entre ambas formaciones entre el empate técnico y los seis puntos. Desde esa fecha, además, la magnitud de la crisis económica y el avance del paro, con el leve respiro del mes de mayo, ha ido a más. También había un factor de riesgo: el del cambio de Manuel Chaves al frente de la presidencia de la Junta. Los resultados lo consideran como un "refrendo" a toda su política en Andalucía.

Cuando a las diez de la noche del domingo, el Ministerio del Interior empezó a ofrecer datos del escrutinio, Chaves, que siguió el recuento desde la sede regional, no lo dudó. En vez de dejar que el secretario de Organización, Rafael Velasco, hiciera un balance de los resultados, como estaba anunciado, fue él, como secretario general del PSOE andaluz, el que salió ante los micrófonos. Los resultados, dijo, han sido "excelentes" para su partido y un "gran fracaso" para el líder del PP, Javier Arenas. El PSOE volvería, resaltó, a obtener mayoría absoluta. Ese fue el análisis que la ejecutiva regional hizo ayer de manera más pausada, pero igual de triunfante.

El PSOE se fijó no tanto en que con el 47,9% de los votos había perdido 99.267 sufragios respecto a las europeas de 2004 -lo que representa algo más de la cuarta parte de la bajada experimentada por el PSOE en toda España-, como el de que había mantenido un apoyo similar al de las autonómicas de 2008. "Esa es la referencia", enfatizó Velasco, quien destacó que el PSOE fue la fuerza más votada en 648 de los 771 municipios, mientras que el PP lo fue en 118. Los socialistas andaluces habían negado durante toda la campaña que estas elecciones fueran el primer examen electoral de José Antonio Griñán, como nuevo presidente de la Junta y referente del PSOE, como así lo estableció Arenas. Pero como quiera que consideran los resultados "enormemente satisfactorios", dieron por buena esa tesis. "La llegada de Griñán ha sido un revulsivo", aseguró el secretario de Organización, para quien los datos de las europeas suponen un "refrendo" tanto a las medidas contra la crisis del Gobierno andaluz como al "acierto" del relevo de Chaves. En cambio, es una nueva derrota sin paliativos de Arenas, a quien Velasco preguntó: "¿Cuántas veces tiene que perder para asumir su responsabilidad?".

Aunque no hay datos de que Griñán haya salido del anonimato para la mayoría de los andaluces, sí es cierto que los datos del 7-J sí ha actuado como un tranquilizante en el estado de ánimo de los socialistas. Un mal resultado hubiera encendido luces de alarma.

Diego Valderas (IU) también se felicitó por romper la tendencia a la baja de los últimos 15 años en unas europeas (subió 0,18 décimas).