Ricky contra el Joventut

El salto de Ricky Rubio a la NBA se complica. La cláusula de salida del baloncestista del DKV Joventut, prevista en su contrato, supone un obstáculo demasiado importante y su familia ha decidido demandar al club para intentar rebajar la cantidad a pagar. Él estaba decidido a jugar en Estados Unidos la próxima temporada. "Me siento preparado para afrontar el reto, el sueño de cualquier jugador de baloncesto. Mis representantes me han dicho que estaré en una posición alta y sé que varios equipos me quieren. Iré a por todas. Mi intención no es retirarme del draft", dijo el 21 de abril. Un mes y medio después, la situación ya no es tan clara.

Es cierto que las predicciones apuntan a que Ricky estará entre los tres primeros del draft, que se celebrará el 25 junio en Nueva York. Pero ni las cuentas salen ni las posibilidades que se le ofrecen son por ahora de su agrado. Por eso incluso podría viajar a Estados Unidos con objeto de sondear mejor sus posibilidades y conocer de primera mano el interés de varias franquicias por él.

Si la abona en junio, la cláusula de rescisión es de 4,7 millones. Si no, de 5,7

Todo se ha enrevesado. Las negociaciones con el Joventut para resolver el contrato, todavía con dos años de vigor, están en punto muerto desde hace tiempo. Mientras tanto, se acerca la fecha tope, el 15 de junio, para que Rubio pueda retirar su candidatura al draft, al que se presentó a petición propia, puesto que, por edad -no cumple los 19 años hasta octubre-, todavía no le corresponde.

La cláusula de rescisión del contrato de Ricky es de 4,7 millones de euros si la hace efectiva en junio mismo. En caso contrario, ascendería a 5,7 millones. Su agente norteamericano, Dan Fegan, está dispuesto a apurar todas las bazas para que el base milite la próxima campaña en un equipo de la NBA. Fegan lleva, entre otros, a Marion (Toronto), Richardson (Phoenix), Nene (Denver), Varejao (Cleveland) y Alston (Orlando). Sin embargo, Germán González, representante español del jugador verdinegro, es partidario, en principio, de no forzar la situación y de que su fichaje por un equipo de la NBA se demore al menos un año.

Los Clippers de Los Ángeles, los primeros en elegir, parecen apostar por Blake Griffin, pívot de la Universidad de Oklahoma. Rubio podría ser la opción de los Grizzlies de Memphis, que eligen en segunda posición, por delante de Oklahoma y Sacramento. Las reglas de la NBA otorgan un sueldo que va desde los 6,4 millones de euros por dos temporadas para el número uno del draft hasta los 5,2 millones para el número tres.

Leopoldo Hinjos, el abogado que llevará el caso y que trabajó para el Barcelona en asuntos relacionados con futbolistas como Messi y Saviola, alegará que el contrato fue firmado cuando Ricky era menor de edad. Otro de los argumentos que esgrime es que no considera proporcionada la cláusula de rescisión en relación a lo que cobraba, unos 70.000 euros anuales. A esta cantidad hay que añadir los 140.000 euros que el Joventut decidió pagarle en enero de manera unilateral, ya que las negociaciones entre ambas partes no cristalizaban.

Otra posibilidad es que Rubio se acoja al decreto 1006/85. La ley le permite rescindir su contrato para que después sea un juez el que fije la cifra que tendrá que abonar a su club, en este caso el DKV Joventut. La tesis de la entidad de Badalona es que los contratos están para cumplirlos y, en consecuencia, no acepta rebajar la cláusula de rescisión.