Cataluña, Murcia y otros 'enviados'
"Mucha gente me pregunta por qué hay tres pabellones españoles. No lo veo mal porque los entiendo desde una perspectiva supranacional; es mejor representar ideas o valores que naciones", comenta Jota Castro, artista y comisario del de Murcia en la Bienal de Venecia. "Me da igual el pabellón catalán, el español o el de Abu Dhabi, me lo tomo como si fuera una exposición en un museo", dice Pedro G. Romero, que presenta su trabajo en el catalán. Los dos espacios están enmarcados en los eventos colaterales de la bienal. Y está clara la voluntad política de autopromoción. Pero lo cierto es que en ambos ha primado el proyecto artístico sobre la cuestión identitaria.
Concurso público
La propuesta catalana (650.000 euros de presupuesto) es fruto de un concurso público -con un jurado muy intervencionista en la redacción de las bases y presidido por un Manuel Borja-Villel- que ganó Valentín Roma con el proyecto La comunidad inconfesable. Se trata de una reflexión sobre lo comunitario en las artes que plantea miradas críticas sobre la memoria y la identidad a través de artistas que "actúan como interpretadores de la realidad más que como productores de objetos estéticos".
En un viejo almacén de sal situado en el Dorsoduro, el visitante se encuentra primero con vídeos sobre los cambios en el imaginario cultural de las periferias urbanas realizados por Sitesize (Elvira Pujol y Joan Vila-Puig). Le sigue un nuevo montaje, ampliado, del Archivo Poscapital (1989-2001), de Daniel G. Andújar, un cuestionamiento sobre la propiedad de la información en el mundo de Internet además de un ingente archivo relacionado con la cultura de izquierdas. Más de 250.000 documentos extraídos de la Red que el público puede descargar. Por último, Pedro G. Romero presenta dos nuevas piezas de su Archivo FX. Se trata de un audio con fragmentos de El mercader de Venecia recitados por poetas flamencos y las cartas de amor o dinero que el propio artista ha enviado a 21 personas de Venecia simulando que se las mandaban otros vecinos. Aún no ha habido reacciones.
The fear society, título del pabellón murciano situado en el Arsenal (250.000 euros de presupuesto), incluye trabajos relacionados con el miedo que nos atenaza de artistas como Alfredo Jaar, Hans Haacke, Martin Dammann, Fernando Bryce, Jesús Segura, Jesús Martínez Oliva, Ann Sofi Sidén o Jota Castro. Éste se mostró ayer muy crítico con los otros pabellones españoles. "El catalán parece un mal trabajo de Muntadas y lo de Barceló es impresentable...", comentó, al tiempo que defendió su propuesta como un modo, dice, de "lanzar opiniones sobre problemas reales". Barceló, miedo y comunidad. La pregunta es si hace falta elegir.
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