_
_
_
_
Análisis:EL ACENTO
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

La crisis llega a Buckingham

Quién les iba a decir a los Windsor los esfuerzos a los que les obligaría la crisis económica! Un comité de la Cámara de los Comunes ha pedido a Isabel II que, ante las crecientes dificultades para financiar el mantenimiento de Buckingham y otras instalaciones para su uso exclusivo, abra las puertas de palacio a las visitas turísticas. No se trata de una novedad para la familia real británica, que ya el año pasado, y previo abono de la entrada correspondiente, accedió a mostrar 63 días algunas de las dependencias en las que transcurre su vida cotidiana. La novedad, la dura novedad, reside en que esos 63 días ya no alcanzan para cubrir los gastos, y algún monumento, como el Mausoleo Real de Frogmore, ha sido declarado "edificio en peligro". Según las cuentas de los comunes, se trataría de ampliar el número de jornadas en las que el palacio permanecerá abierto al público para que crezcan, a su vez, los ingresos por visitas.

Por el momento se desconoce la reacción de la familia real británica, pero nada tendría de extraño que acogiera la medida con recelo. Y no porque se niegue a abrir Buckingham algunos días más, teniendo en cuenta que, mientras duran las visitas, siempre se podría retirar a otra de sus confortables residencias. La razón última de la desconfianza tendría que ver con los brotes verdes anunciadores del final de la crisis. Si los brotes existen, los Windsor podrían estar seguros de que el único sacrificio que les demandarán los comunes consistiría en mostrar el palacio algunos días más. Pero si la crisis va para largo, es lógico que se hagan cábalas sobre lo que podría venir después. ¿Se atreverían los comunes a pedirles, por ejemplo, que no sólo abrieran las dependencias, sino también que se exhibieran en ellas para aumentar el interés de los turistas?

Seguramente nadie piense que haya que llegar tan lejos. Aunque si las cosas vinieran mal dadas, habría que aguzar el ingenio. Al fin y al cabo, se seguirían respetando las diferencias de cuna. Mientras que al común de los mortales se le exige que se apriete el cinturón en tiempos de crisis, lo único que se pide de la familia real británica es que abra las puertas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_