Crisis, pobreza y derechos humanos
Más de mil millones de personas carecen de un suministro suficiente de agua potable. Cada semana mueren unas 42.000 personas como resultado de enfermedades relacionadas con la escasa calidad del agua y la falta de saneamiento. Más de un 90% de dichas muertes corresponden a menores de cinco años. Más de medio millón de mujeres mueren al año por las complicaciones durante el embarazo o el parto. El 99% de todas las muertes por causas derivadas de la maternidad se producen en los países en desarrollo. Más de 854 millones de personas sufren de malnutrición y más de 1.000 millones no tienen acceso a una vivienda digna, y así podríamos seguir dando números que evidencian la cruda realidad.
En plena crisis económica mundial, que amenaza con hundir en la pobreza a millones de personas, reclamar los derechos económicos, sociales y culturales con igual rigor que los derechos civiles y políticos es una tarea inaplazable. "Los ricos son los responsables de esta recesión, pero los pobres sufren las peores consecuencias", decía el 28 de mayo en este periódico Irene Khan.