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Colegio concertado sí, ambulatorio no

Vecinos de Orcasitas protestan por la construcción de una escuela que separa a los niños por sexos

Al salir de la estación de tren de Orcasitas hay un enorme solar vacío. Un cartelón anuncia que, en septiembre, allí habrá un colegio concertado, el Edith Stein. Los 22.000 metros cuadrados que los vecinos pedían para un centro de salud y otro de mayores se van a convertir en tres edificios para 1.800 alumnos, que en algunos cursos serán separados por sexos.

Paco Palomeras, de la asociación de vecinos de Orcasitas (22.131 habitantes, distrito de Usera), denuncia "la falta de transparencia en la concesión del terreno". Dos ex altos cargos del Gobierno regional, José Javier Fernández Santamaría, ex director gerente del Canal de Isabel II, y Alejandro Sanz Peinado, ex director general de Deportes, son presidente y consejero, respectivamente, de la empresa que dirige el centro, Chesterton Education.

La entidad se creó en noviembre de 2007, un mes después de la concesión del terreno, con un capital de 3.000 euros y se hizo con el 50% de la adjudicataria de la concesión. Será un centro "con una visión cristiana", según su director, José Pedro Fuster. "Nos incorporamos para favorecer al barrio", asegura. "El colegio se va a especializar en fracaso escolar". Para atajarlo, quieren poner en práctica "un tercer modelo de educación personalizada", basado en "el evidente distanciamiento en madurez entre niños y niñas". "Según edades y asignaturas" serán separados por sexos.

Para la asociación de vecinos, un colegio concertado no es prioritario. La semana pasada se manifestaron para enseñar los desperfectos en aceras, calzadas o jardines. "Está todo hecho un asco", decía Primitivo Mansilla, vecino de Orcasitas. Han encontrado decenas de desperfectos. Desniveles, suciedad, vallas rotas, falta de iluminación... Preparan un informe para la Junta Municipal. "Esto es lo visible", se queja Eloy Cuéllar, vocal de la asociación. "Pero lo grave es la falta de políticas sociales y de dotaciones".

Desde la Junta Municipal responden que "en todos los barrios hay necesidades", y que lo que tienen que hacer es "hacer un escrito para que pase al área correspondiente".

Los vecinos aseguran que, ya en 2001, el Ayuntamiento de Madrid apoyó sus peticiones. Pero "la parcela se calificó como equipamiento educativo tras valorar las necesidades del barrio", explican en el Consistorio, y fue a parar a Chesterton Education. Es decir, a dos ex altos cargos regionales. "Ninguno ha trabajado en Gobiernos de Esperanza Aguirre, como dicen", explica un portavoz de la Consejería de Educación. Los ex altos cargos fueron nombrados por el PP, el mismo partido de Aguirre. "Y no incurren en incompatibilidad" al hacer dos años desde que ocuparan cargos públicos, agregó. Aunque la asociación de vecinos asegura que en los colegios del barrio sobran plazas, la consejería maneja datos de exceso de solicitudes para el concertado que hay en la zona.

"Éste es un barrio de gente humilde, y envejecido", replica Eloy Cuéllar. "Necesitamos un centro para mayores". Usera tiene una tasa de envejecimiento dos puntos por encima de la media de Madrid, según datos de 2006, y el descenso de población joven es más acusado en Orcasitas. "El colegio, justo al lado del Cercanías, lo montan para niños ricos de fuera", se queja Cuéllar. No opinan lo mismo David y Araceli, que paseaban a su bebé cerca del solar de la discordia. "Nos parece muy bien que haya una alternativa. En el público sobran plazas, pero así podremos elegir una enseñanza de más calidad para el niño".

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