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Reportaje:

Jesús Palomino y su espejo acústico

El artista presenta una instalación sonora en el Centro de Arte Contemporáneo

Margot Molina

Duchamp, el padre del ready-made, ya hablaba de la instalación sonora a principios del XX. Un siglo después, este tipo de obras aún levantan sospechas como género artístico entre una parte del público. Algo que, sin duda, ha animado a Jesús Palomino (Sevilla, 1969) a decidirse por el sonido como materia prima del primer proyecto que presenta en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC), en Sevilla.

20 altavoces reproduciendo el sonido del lugar, la pieza que se inaugura hoy en el huerto del Monasterio de La Cartuja -sede del CAAC- es la primera instalación sonora que realiza el artista. El proyecto, que se ha grabado en un cd de edición limitada, se presentará también el 6 de junio.

"El huerto de La Cartuja guarda la memoria de la ciudad"

Acostumbrado a los retos a través de una obra siempre comprometida con la sociedad, el artista presenta lo que él llama un "espejo acústico". "Mi intención es poner al público en contacto con su propia vinculación con los sonidos. Se trata de ofrecer un sonido duplicado, ya que la grabación se sumará a los sonidos del mismo lugar. Es como hacer ecología urbana puesto que, en definitiva, estoy reivindicando el huerto del monasterio de La Cartuja como un espacio que guarda la memoria de la ciudad", explicó ayer Jesús Palomino, quien ya había trabajado con el sonido, aunque emitido a través de las ondas, en su obra Anticongelante y ocho emisiones de radio, que presentó en 2006 en la Fundación Montenmedio, en Vejer (Cádiz). Este proyecto, que relacionaba la cultura andaluza y la andalusí, se realizó también en Camerún, Valladolid, Jerez (Cádiz) y en la última Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de Sevilla, en 2008.

Lo que podrá oírse hoy, desde las 11.00 hasta las 19.00, a lo largo de unos 100 metros de un camino flanqueado por cipreses y naranjos se grabó en el mismo sitio el pasado 29 de marzo. "La grabación se recogió en cinco pistas: un altavoz cordial -que graba lo que sucede en 360 grados- y cuatro direccionales. Es un sitio tranquilo, por el que pasa muy poca gente. Lo que podrá oírse, a través de una veintena de altavoces colocados a cinco metros de distancia cada uno, son muchos pájaros, tres helicópteros, dos aviones, ambulancias, el tráfico del entorno... Se trata de captar el rumor de la ciudad y el viento. La gente se va a encontrar con una especie de espejo acústico, puesto que al sonido grabado se sumará el real que se produzca allí en ese momento", comenta el artista, quien ha recibido el Premio Iniciarte 2007 que concede la Consejería de Cultura.

Palomino, quizás influenciado por la crisis, ha querido hacer algo "de bajo impacto", sin introducir objetos ni artefactos que distraigan al espectador en este oasis de ecología urbana.

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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