El PP regional media en la crisis de Benidorm ante la incapacidad de Fenoll

La incapacidad del alcalde de Benidorm, Manuel Pérez Fenoll, del PP, para resolver el conflicto surgido por la salida del gobierno del edil díscolo José Francisco Bañuls ha hecho que tome cartas en el asunto la dirección regional del partido. El lunes, pocas horas después de que el edil presentara la renuncia a sus competencias, la cúpula regional inició los contactos con Bañuls, que mantiene su afiliación al PP, para intentar reconducir una situación que atenaza al gobierno local y va camino de enquistarse.

"Han destrozado mi imagen en la región sin ningún fundamento, no he recibido todavía ningún tipo de apoyo público y mis compañeros mantienen un mutismo que me está haciendo mucho daño", aseguró ayer a este periódico el concejal, muy afectado todavía porque los ediles con más peso en el gobierno local de Benidorm han alimentado las "insinuaciones de transfuguismo" que, aseguró, se han vertido sobre él.

"[En la dirección regional] Me han pedido objetividad", dijo Bañuls, para quien la solución del conflicto no pasa por el PP local o provincial: "Mi estado de ánimo no es el adecuado para sentarme a hablar con los compañeros de Benidorm". De hecho, no ha conversado con el alcalde desde el pasado jueves por la noche. Y mientras, el gobierno local ha decidido guardar silencio.

Bañuls afirma: "Nunca he pedido nada, tan solo respeto, medios para poder trabajar y transparencia en la gestión". Pero lo cierto es que el regidor consideró durante el anuncio de su dimisión que se le ha faltado al respeto. La gota que colmó su paciencia fue la ocultación de los informes de la permuta para el hospital comarcal.

La dirección regional y Bañuls se han dado una semana de plazo para resolver la crisis, que puede trastocar la mayoría absoluta de los populares desde finales de 1991, cuando una concejal socialista, Maruja Sánchez (todavía asalariada en el Ayuntamiento), decidió que había llegado el momento de Eduardo Zaplana.