No sea tímido, señor Rajoy
Quizá sea verdad que a Mariano Rajoy le falte un punto de arrojo para llegar a ser el gran líder carismático que tanto gusta a la derecha. Apunta con tino pero se queda corto: un problema del punto de mira. El máximo dirigente del PP, por ejemplo, trataría de no mencionar en campaña electoral a un abuelo que les amordazaba cada vez que los rapaces de la familia saludaban con un "bos días", mientras Mayor Oreja desecha tanto prejuicio de biempensantes y proclama las bondades de aquel antecesor suyo que les prohibía decir "egunon". Un tipo aquel abuelo, un tipo este candidato a representarnos en la Europa liberal del siglo XXI.
¿Tanto le hubiera costado a Rajoy echar ese punto de pimienta a la olla del mitin alicantino del domingo y haber sumado a Carlos Fabra? ¿No señala la ausencia del gran dirigente de Castellón, para quien el fiscal ha pedido recientemente dos años de cárcel, esa timidez que frena al gran líder del PP? ¿No hubiera lucido aún más en el acto reivindicativo de tanta inocencia la tripleta Fabra, Trillo y Camps, hombro con hombro en primera fila, aplaudiendo como un solo hombre cuando Mariano denuncia a esos "inquisidores sin corazón" que atacan al pobre Camps, al pobre Trillo, al pobre Fabra?
Acaso no ha hecho méritos el presidente del PP en Alicante, José Joaquín Ripoll, para merecer una sillita tras su valiente invocación de que "los de EL PAÍS deberían estar en la cárcel"?
Aún puede Rajoy quitarse de encima tanta poquedad cuando los mítines lleguen a Madrid. ¡Fuera vergüenzas!, podrá decir, y si sabe aprovechar la oportunidad, reunirá en una misma bancada a todos los implicados en el caso Gürtel, en libertad con fianzas millonarias: Alfonso Bosch, Alberto López Viejo, Benjamín Martín Vasco. Y ya puestos, sume a alcaldes y concejales variados de Majadahonda y plazas limítrofes. Tampoco sería justo alejar del mismo banco a Esperanza Aguirre, máxima responsable del PP en la región, sin olvidar, claro, al tesorero del PP, Luis Bárcenas, habilísimo ahorrador, que de un simple sueldo aparta montoncitos para hacerse con un apañado paquete inmobiliario. Ahí puede demostrar Rajoy que también él sabe defender lo indefendible con determinación y tronío.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.