El nuevo desafío nuclear de Corea del Norte desata la indignación mundial
La prueba fue de potencia similar a la de la bomba de Nagasaki - Obama reclama una respuesta internacional contra Pyongyang
El régimen de Corea del Norte, que preside el dictador Kim Jong-il, desafió ayer de nuevo al mundo con una prueba nuclear subterránea de potencia equivalente a la bomba atómica lanzada por Estados Unidos en la ciudad japonesa de Nagasaki en 1945, al final de la II Guerra Mundial. La detonación, mucho mayor que la realizada en 2006, fue seguida horas después por el lanzamiento de tres misiles de corto alcance. El desafío norcoreano desató la condena unánime de la comunidad internacional. El presidente de EE UU, Barack Obama, calificó la prueba de "grave amenaza para la paz", y defendió una "respuesta internacional" contra Pyongyang. El desafío de Kim Jong-il, de 67 años y enfermo tras sufrir una apoplejía en agosto, obedece a su pretensión de reforzar su posición ante EE UU en las negociaciones para desmantelar el programa nuclear, paradas desde diciembre, y asegurarse el control de la sucesión de la única dinastía comunista del mundo.
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