La inversión vuelve a la dura realidad

El optimismo de los inversores se ha disipado de golpe ante el informe del comité monetario de la Reserva Federal de Estados Unidos. Confirmando anteriores advertencias, este organismo afirma que la contracción de la economía será más severa de lo esperado, según sus estimaciones.

La respuesta en los mercados de valores ha sido inmediata y todos los índices han registrado importantes caídas. El Ibex 35 pierde el 1,75% para situarse en 9.225,30 puntos, con lo que la Bolsa española se muestra en esta sesión como uno de los mercados más estables. París perdió el 2,60%, Francfort el 2,74% y Londres el 2,75%.

Los inversores han recordado en estos duros momentos aquellas previsiones que manejaban los analistas respecto de la posible evolución de la recesión. Los "perfiles" que manejaban los analistas incluían la "V" -caída y recuperación pronunciadas- la "U" -con caída relativamente suave y recuperación también lenta- y la "L" -caída brusca y estancamiento posterior- que es la que se impone, según las hipótesis de la Reserva Federal.

El desconcierto de los inversores, tras unas semanas en las que todo el mundo era razonablemente optimista, se ha reflejado en el volumen negociado en esta sesión. El Mercado Continuo movió un total de 2.327,04 millones de euros, casi un 30% menos que el miércoles, mientras que las operaciones del mercado abierto caían hasta 1.731,58 millones de euros, el 32% menos que en la sesión anterior.

El parón que han registrado los mercados ha coincidido en la Bolsa española con la llegada del Ibex 35 a la zona de máximos de primeros de mes, dando lugar a la posibilidad de que el Ibex 35 haya formado un "doble techo", es decir, a que haya rebotado en la resistencia más inmediata y ahora inicie una fase de corrección. El problema es que, tanto antes como ahora, las circunstancias son externas y poco tienen que ver con la realidad del mercado español. Si en unos días la Bolsa de Nueva York se recupera, el "doble techo" habrá sido un mal sueño, mientras que si el Dow Jones inicia una fase de corrección, la cosa puede acabar en pesadilla.

En principio, la auténtica base de la Bolsa está en los resultados empresariales y, hasta el momento, las grandes compañías parecen capaces de mantenerlos.