Ferrari amenaza con dejar la F-1
La escudería italiana, en contra del límite de presupuesto para el próximo Mundial
esupuestario voluntario (45 millones de euros por escudería) con vistas a la próxima temporada de Fórmula 1 y que no para de recibir bufidos y amenazas de todas partes. A este ritmo, la parrilla del año que viene estaría formada por sólo cuatro o cinco coches.
El primer equipo en mostrar su rechazo a esta nueva medida de reducción de costes fue Toyota, que supeditó su participación en el próximo Mundial a que se revise la propuesta. "Desde Toyota queremos que se discutan algunas de las normas que están previstas para 2010 y no aprobaremos nuestra participación en el próximo campeonato hasta que eso suceda", dijo hace unos días John Howett, el presidente de la compañía japonesa.
Esa misma postura adoptó Dietrich Mateschitz, propietario de Red Bull y Toro Rosso, que el fin de semana pasado estuvo en Montmeló para asistir al Gran Premio de España. "Si el proceso de cambio que se está llevando a cabo con el reglamento de la F-1 no se detiene, nosotros no vamos a participar en el siguiente campeonato", aseguró. "Las condiciones actuales hacen imposible nuestra firma. Seguramente sólo dos o tres de los equipos actuales se alistarán en él", pronosticó el propietario de la empresa de bebidas energéticas más famosas del mundo.
Sin embargo, el impacto de estos dos casos anteriores no es comparable al que causó ayer el ultimátum que lanzó Ferrari. El grupo italiano había anunciado una reunión en la que sus máximos dirigentes iban a decidir el futuro de la división de F-1 de la marca. Mediante un comunicado, la Scuderia anunció que no participará en el próximo Mundial si se instaura el límite presupuestario previsto y se penaliza la capacidad de los equipos que decidan no acogerse a él.
Ferrari, la única estructura que ha participado de forma ininterrumpida en el certamen desde 1950, argumenta que estas normas "disminuyen las razones que han motivado" su presencia en el mismo y aboga por un único reglamento "con normas iguales para todos, estabilidad en la normativa, continuidad y progresivo trabajo para reducir los costes", según su nota. "Si no se respetan estos principios indispensables y si la regulación adoptada para 2010 no cambia, Ferrari no incluirá sus coches en la lista de inscritos en el Campeonato del Mundo", concluye.
La asociación de equipos (FOTA) tiene pensado discutir sobre el asunto en la próxima reunión, prevista para la semana anterior al Gran Premio de Mónaco (24 de mayo).
Más allá de que este órdago pueda interpretarse como una medida de presión de los equipos para tratar de que la FIA recapacite, la fecha límite para que todas las escuderías inscriban sus vehículos y puedan tener opción a disputar la competición de 2010 es el 29 de mayo.
"La F-1 se encuentra en un momento crítico", reflexionaba el pasado fin de semana Martin Whitmarsh, sustituto de Ron Dennis al frente de McLaren, que, en alusión a los desplantes de Toyota y Red Bull, opinó que "este tipo de caminos no ayudan demasiado".
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