Cristiano espera al Madrid

El Real Madrid firmó el año pasado dos contratos para atar a Cristiano Ronaldo. Uno, con el jugador, que se comprometió a fichar si concurrían determinados requisitos. El otro, con el Manchester United, que se obligó a venderlo si a partir del 1 de julio el Madrid le ofrecía un mínimo de 80 millones de euros en concepto de traspaso, pagaderos en efectivo y de una sola vez, reservándose el derecho a rescindir el acuerdo en el caso de que una de las partes divulgase la noticia antes del 31 de mayo. Es decir, que, salvo que no se cumplan las condiciones, se puede decir que Cristiano es un jugador del Madrid que juega en el Manchester a la espera de la ejecución de un contrato.

El total de la operación, incluyendo las comisiones, rondaría los 100 millones de euros. De producirse, será el traspaso más caro de la historia del fútbol y, paradójicamente, coincidiría con el que es el mercado más deprimido de la década. Su ejecución quedará en manos del futuro presidente del Madrid, cuya identidad se revelará tras el proceso electoral, el 14 de junio, o, si no compareciese más que un aspirante, el 1 de junio.

El luso le parece muy caro a Florentino Pérez, que tiene contactos con su agente

Según fuentes cercanas a las partes, Florentino Pérez ya ha iniciado conversaciones con Jorge Mendes, el agente de Cristiano, con la intención de dividir el pago en cuotas. De momento, Pérez es el único postulante a la presidencia con posibilidades de alcanzar su objetivo. Presentará su candidatura el próximo jueves en el hotel Ritz y su discurso será virtualmente el de un futuro presidente. Sus potenciales rivales, Juan Onieva y Eugenio Martínez Bravo, todavía buscan el aval prescriptivo (55 millones de euros).

Una de las misiones más apremiantes que deberá emprender el futuro dirigente del Madrid será la de construir un equipo capaz de desafiar al Barça. En oposición a la figura de Messi, estandarte culé y aspirante al Balón de Oro, la posibilidad de contar con Cristiano resulta la más tentadora. Además de ser el actual balón de oro, el portugués va a jugar su segunda final de Champions consecutiva tras completar una temporada que sólo está al alcance de los grandes. Empezó la campaña recuperándose de una lesión de tobillo. A pesar de eso, ha conseguido situarse al frente de la tabla de goleadores de la Liga inglesa con 18 tantos. Gracias a su pegada, el Manchester está a un paso de adjudicársela de nuevo. Su contribución en la Champions ha sido aún más decisiva: un gol al Inter en octavos, otro al Oporto en cuartos y dos al Arsenal en semifinales. Todos, resolutivos.

Cristiano es un chico de carácter inquieto. Ya le ha dicho a su director técnico, Alex Ferguson, que no quiere seguir en el Manchester. En agosto pasado, Ferguson le pidió que aguantara un año a cambio de dejarle marchar al verano siguiente. Luego, ambos firmaron sendos contratos con el Madrid. Desde entonces, Cristiano se ha mostrado más calmado de lo normal. Ahora, Pérez deberá decidir si paga los 80 millones por él o ficha a Kaká, del Milan, que le costaría más barato y le permitiría contratar a más jugadores. La segunda opción le es más atractiva y más viable.