Arte y cultura revitalizan el barrio de Russafa
El parque Manuel Granero, que ha sido testigo de múltiples concentraciones contra el contrato valenciano de inmigración y el déficit crónico de plazas públicas en el barrio de Russafa, se transformó ayer en una plataforma de arte, cultura, fotografía y música étnica para revitalizar uno de los distritos más multiculturales y repoblados del centro de Valencia. Centenares de vecinos participaron en la segunda edición de la jornada intercultural con talleres, charlas y debates, actuaciones, exposiciones y una feria gastrónomica con todos los sabores y olores que inundan este popular barrio valenciano.
El parque se transformó en un arco iris que iba desde un curso de caligrafía china, hasta un suflé rumano o un taller de máscaras africanas, gracias a la cooperación de Bancaja y del colectivo de jóvenes saharauis, la asociación de comerciantes chinos, la asociación paquistaní, el foro alternativo por la inmigración y el movimiento contra la intolerancia, entre otros.
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