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Reportaje:Información privilegiada | Empresas & sectores

Carta del G-14 a la vicepresidenta Salgado

El 'lobby' de inmobiliarias pide medidas de apoyo al sector para reactivar la economía

Miguel Ángel Noceda

Una de las primeras cartas de felicitación que recibió Elena Salgado al ser nombrada vicepresidenta y ministra de Economía fue la remitida por Pedro Pérez, presidente del G-14, el lobby de las grandes inmobiliarias. Además de expresarle la enhorabuena y todas esas cosas que se suelen decir, Pérez solicitaba a Salgado una entrevista "lo más pronto posible" para ponerle al día de la situación, quejas, preocupaciones y perspectivas del sector, muy lacerado por la crisis tras vivir una época dorada de la que, desde luego, no se pueden quejar.

La premura del G-14 en ponerse en contacto con la vicepresidenta responde al objetivo de aprovechar el cambio de Gobierno para que se dé impulso al sector, después de una etapa en la que sus principales empresas se han quejado de toparse con muchos obstáculos para tener una interlocución fluida, sobre todo, con la ministra del ramo, Beatriz Corredor, y con el propio ex vicepresidente, Pedro Solbes. No obstante, reconocen que el presidente y su entorno se han mostrado siempre muy sensibles al sector como generador de empleo y de reactivación económica.

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La vicepresidenta, enfrascada en reuniones y cumbres internacionales además de la toma de pulso a su nuevo cargo, no ha tenido tiempo para recibirlos. Aunque esperan que les convoque pronto, en todo caso es difícil que sea antes del debate del estado de la nación del próximo martes. El deseo confesable de Pérez sería que José Luis Rodríguez Zapatero incluyera medidas relacionadas con el sector en el nuevo paquete de estímulos económicos.

A los inmobiliarios les consta que el presidente ha pedido recientemente datos. También que Zapatero ha recibido recomendaciones de grandes empresarios y banqueros, a los que consulta, para que incluya medidas en sus planes. Por ejemplo, potenciar el programa de viviendas de protección oficial (VPO), con lo que respondería a la fuerte demanda que existe en la población y desatrancaría el alto stock de viviendas.

Es el momento propicio. El sector lleva cuatro meses sin iniciar una obra y cuenta con 650.000 viviendas sin vender, lo que muestra un enorme índice de fracaso. El G-14, que sólo supone el 5% del total de un sector altamente atomizado, ve la oportunidad para que muchas de esas viviendas pasen a ser VPO. El sector sitúa en más o menos la mitad las que podían adaptarse si se flexibiliza la normativa, que ahora fija en un máximo de 90 metros cuadrados para un piso de VPO. Teniendo en cuenta la tipología de las casas construidas, se podría elevar a 120 o 130 metros cuadrados.

Sin embargo, la línea ICO-Vivienda, que tiene ese objetivo, apenas ha funcionado (sólo se han suscrito 31 operaciones), por lo que el presidente del organismo, Aurelio Martínez, ha reconocido la necesidad de hacer reformas. Otro problema radica en los incentivos. En el sector se manejan algunas soluciones, además de bajar los precios, como ampliar de forma temporal la desgravación fiscal al doble (es decir, a 18.000 euros) e incluir a la segunda vivienda. También se contempla que se ligue el seguro de desempleo con la compra de vivienda. Es decir, el seguro pagaría la hipoteca en el caso de que el comprador se quede en el paro. Precisamente, la vicepresidenta ha asegurado que la renegociación de las hipotecas de los parados la avalará el ICO.

La construcción de viviendas viene garantizada en que, durante estos años dorados, creó la tercera parte del empleo -de la misma forma que se han ido destruyendo en los últimos meses a una media de 1.500 puestos diarios-, supuso el 20% del crecimiento del PIB y el 30% de la formación bruta de capital, cuando se considera que su peso en la economía es del 8%. La construcción media ideal, según sus cálculos, sería de más de 400.000, pero en estos momentos apenas llega a las 150.000, lo que se refleja en el aumento del paro y que el sector ha reducido los precios en una media de entre el 20% y el 30%, llegando en algunas zonas a más del 50% (sin contar que las entidades financieras se han puesto a vender pisos).

Son cifras para alarmar si no fuera porque los precios se desorbitaron y las empresas se enriquecieron. Su imagen no es precisamente todo lo buena que quisieran. El G-14 (tras la suspensión de pagos de Martinsa y Restaura y la baja voluntaria de Renta Corporación y Colonial se se ha quedado reducido a nueve más la asociación Asprima: Afirma, Chamartín, Hercesa, Metrovacesa, Nozar, Parque Sol, Realia, Reyal-Urbis y Vallehermoso) se reúne cada 15 días para buscar soluciones, aunque, de momento, le cuesta encontrar algún brote verde.

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Sobre la firma

Miguel Ángel Noceda
Corresponsal económico de EL PAÍS, en el que cumple ya 32 años y fue redactor-jefe de Economía durante 13. Es autor de los libros Radiografía del Empresariado Español y La Economía de la Democracia, este junto a los exministros Solchaga, Solbes y De Guindos. Recibió el premio de Periodismo Económico de la Asociación de Periodistas Europeos.
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