La plantilla de Pascual dará la batalla para evitar el cierre

Ninguno de los 155 trabajadores de la planta lucense de Leche Pascual contempla la posibilidad de perder el puesto de trabajo y darán la batalla contra la empresa que ha planteado un expediente de regulación de empleo (ERE), en el que se recoge la extinción de todos los puestos de trabajo, que conllevará al cierre de la factoría, ubicada en el municipio lucense de Outeiro de Rei.

Así lo decidieron los trabajadores, en el transcurso de una asamblea que celebraron al mediodía de ayer en la sede de la factoría afectada por el ERE. Según informó el letrado de los trabajadores, Alberto Xullo Rodríguez Feixóo, la empresa expuso en el ERE los cuatro supuestos que se incluyen en el Estatuto de los Trabajadores para tomar este tipo de medidas: pérdidas económicas de la planta y argumentaciones técnicas, organizativas y de producción.

Sin embargo, el letrado de la plantilla tiene claro que "no hay base suficiente" para impulsar un ERE de extinción de contratos y los trabajadores confían en que se haga inviable esta posibilidad que se plantea la empresa y que el pasado viernes trasladó a los comités de Lugo y Aranda de Duero (Burgos) en una reunión que mantuvieron en la localidad castellana de Benavente (Zamora).

Un "problema social"

Los trabajadores de la planta de Outeiro de Rei acordaron en la asamblea de ayer iniciar una campaña de concienciación para transmitir que el cierre de Leche Pascual va más allá de los 155 trabajadores afectados. Según explica la plantilla, es "un problema social", que afecta, entre otros, a transportistas, comerciantes y entidades locales.

El próximo lunes, a las 19 horas, celebrarán una nueva reunión para reivindicar el apoyo de los sindicatos de clase -el comité de empresa los integran nueve trabajadores sin adscripción sindical-, de los sindicatos agrarios que operan en Galicia y del Gobierno gallego.

Mientras tanto, el abogado Rodríguez Feixóo insistió en que el ERE planteado por Leche Pascual "no tiene los elementos necesarios para prosperar" y por lo tanto, concluyó, "lo normal es que ese expediente sea rechazado y se mantengan los 155 puestos de trabajo". Los sindicatos agrarios sostienen que el cierre de la planta de Outeiro de Rei es el primer paso para el "desmantelamiento" del sector lácteo, sumido en una crisis sin precedentes.