Un Ejecutivo austero y de perfil social

El nuevo lehendakari, Patxi López, quiere enfrentarse a los retos que le aguardan, especialmente a la crisis económica, con un Gobierno austero y de fuerte perfil social. Ayer nombró oficialmente a sus diez consejeros, que tomarán hoy posesión de sus cargos en un acto que se celebrará en el palacio de Ajuria Enea, la residencia del jefe del Ejecutivo.

A la hora de formar el Gobierno, López ha tenido que combinar las exigencias de las tres ejecutivas territoriales, las del aparato del partido y su deseo personal de configurar un equipo abierto y con peso profesional. Un objetivo que ha conseguido con el fichaje de cuatro consejeros independientes, pese a la amenaza de ETA ha dificultado el empeño.

La primera novedad reside en que habrá un departamento menos (se pasa de 11 a 10), producto de la reordenación que ha realizado el lehendakari y que también se traduce en menos altos cargos y asesores. Se trata de una distribución más racional que la anterior, dado que la presencia en el Ejecutivo de Ibarretxe de tres partidos le obligó a dispersar áreas de contenidos muy parecidos entre diferentes carteras para dar satisfacción y relieve político a los consejeros de Eusko Alkartasuna y Ezker Batua. La presencia de un único partido facilita esa reordenación.

Es lo que ha ocurrido con la creación de dos macrodepartamentos. Por una parte, el de Vivienda, Obras Públicas y Transporte, que dirigirá Iñaki Arriola, secretario general del PSE en Guipúzcoa y, por lo tanto, de gran peso en el partido. Todo lo relacionado con el ladrillo queda bajo la misma dirección. Y por otro lado, Empleo y Asuntos Sociales, que queda en manos de Gemma Zabaleta. Esta consejería agrupa lo relacionado con las políticas sociales, que aparecía disperso por varias carteras en el Gobierno de Ibarretxe. Este departamento será el encargado de visualizar la impronta social que el lehendakari anuncia para su Gobierno.

Otro de los cambios ha sido el desgajamiento del área de Administración Pública de Hacienda para juntarla con Justicia, dejando así una consejería exclusivamente de carácter económico: Economía y Hacienda. La cartera que se suprime es la de Agricultura, que se subsume en la de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio. El resto queda prácticamente igual, con algunas posibles variaciones de última hora en las direcciones.

El Ejecutivo también se pone en marcha sin la figura de vicelehendakari, lo que de alguna manera realza el protagonismo del lehendakari en la gestión gubernamental. En ese cometido contará con la colaboración estrecha del consejero de Interior, Rodolfo Ares, que ejercerá de coordinador aunque no existe un cargo específico como tal. Precisamente, Ares será el primer consejero en escenificar el traspaso de poderes. Hoy se trasladará hasta la Academia de la Ertzaintza en Arkaute para tomar el relevo de Javier Balza.