Fefa Seiquer, una galerista con pasión
Fefa Seiquer, a través de su larga dedicación como galerista en Madrid, desde 1966 a 1998, nos demostró que para merecer esa profesión hace falta mucha pasión, inteligencia e intuición, pues con sólo sus recursos personales mantuvo una independencia que es una referencia destacada y primera en muchísimos de los artistas actuales.
María Josefa Martínez Seiquer, que nació el 3 de mayo de 1917 en Madrid, mantuvo intacta su pasión por el arte contemporáneo hasta su muerte, que le llegó el pasado sábado en su casa, el día antes de cumplir 92 años, y en donde las obras de "sus artistas" dejaban poco espacio para los muebles.
Quienes continuábamos visitándola después de cerrar su última galería, sabemos que su conversación preferida seguía siendo la de la última exposición importante en Madrid o los comentarios sobre algunas de aquellas obras que le acompañaban a diario y que reconstruían la historia de sus exposiciones en los tres espacios que dirigió en Madrid. Sólo la última vez que la vi, pocas semanas antes de su muerte, parecía que se alejaba con sus recuerdos, pero aún me pidió con insistencia que, cuando se encontrara un poco mejor, tenía que ir a mi estudio para ver lo que estaba haciendo.
Su curiosidad era infinita, y tanto por lo último como por la historia. Y el rico eclecticismo de su programación nos permitió conocer a los que la seguíamos, en unos jóvenes y lejanos años sesenta y setenta, desde happenings y artistas conceptuales hasta los mejores representantes de la abstracción y la nueva figuración.
Por entonces, en su pequeñísimo y personal espacio de la calle de Santa Catalina, hacía una estupenda defensa del dibujo y el arte gráfico, pero allí también me concedió la satisfacción de hacer mi primera exposición con pequeñas esculturas.
Riesgo y medios escasos
Contadas galerías de aquellos años de penuria cultural tuvieron tanta continuidad, pero aún menos las que como la de Fefa aumentaron su proyecto con su único riesgo y escasos medios. Sus nuevos espacios de la calle de Españoleto y el último de General Arrando acogieron exposiciones de mayor formato, con las que demostró una extraordinaria personalidad a través de su selección de jóvenes y veteranos artistas.
Y, aunque soy consciente que estas pocas líneas no pueden albergar sus méritos, ni el cariño de muchos artistas o el de quienes trabajaron junto a ella en su galería, como sus sobrinas Mari Carmen y Merche o mi mujer, Maribel, quisiera que sirvieran para recordar a quienes no conocieron a esta mujer libre y discreta para quien el entusiasmo es posible hasta más allá del día antes de cumplir los 92 años.
Juan Bordes es escultor y académico de Bellas Artes de San Fernando.
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