Optimismo tras la primera prueba

Lo de ayer fue un peldaño más allá del puro optimismo. La sensación que transmitieron los miembros de la candidatura de Madrid 2016 durante el primer día de ponencias ante la Comisión de Evaluación del Comité Olímpico Internacional (COI) fue la de ir sobrados. "Es imposible que ninguna pregunta de la comisión pueda poner en un brete a ninguno de los ponentes", lanzó el presidente del COE, Alejandro Blanco, durante su conferencia de prensa matinal.

Pues nada, así dejó sin emoción a la prensa y quizá un poco más estimulados a los miembros de la comisión para afilar un poco más el cuchillo por el que fueron pasando por la tarde las ponencias de transportes, villa olímpica, alojamiento y medio ambiente. Al final no fue para tanto, y el optimismo no adelgazó ni un gramo.

Los aperitivos del menú llevaban los nombres de las subsedes

Por la mañana inauguraron la jornada el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre. Ella, en francés y en inglés, recordó a la comisión que "Madrid es la única gran capital del mundo que no ha celebrado unos Juegos". Él, al margen de lo obvio (unidad, optimismo, fortaleza), se descolgó con una anécdota y una promesa. La primera, su pasión por el FC Barcelona, al que veladamente puso como ejemplo de las bondades del fútbol español. La promesa la desveló Alberto Ruiz Gallardón durante su comparecencia: Zapatero prometió beneficios fiscales para Madrid 16. Las medidas permitirán al COI estar exento de tributar en todas las rentas que obtenga; lo mismo al Comité Organizador de los Juegos Olímpicos (COJO) y a todos los patrocinadores de Madrid 16.

Por la mañana, previa sesión de maquillaje y con la corbata de la candidatura anudada al cuello, pasaron por la sala de ponencias Gallardón, Alejandro Blanco, la consejera delegada de la candidatura, Mercedes Coghen, y hasta la hija de ésta. Con la intervención de la pequeña Mónica (12 años), que se arrancó con un discurso en inglés sobre los valores del deporte (con una pronunciación que ya hubieran querido para ellos algunos de los ponentes) y con algunas palabras en chino. Con ese detalle se ganó la felicitación, nada menos, que de Ching-Kuo, el miembro chino de la Comisión de Evaluación. Un oponente menos.

Según explicó la propia Coghen, no se advirtió al COI de que sería su hija la encargada de realizar el discurso. Pero la presidenta de la comisión, Nawal el Moutakawel, la miró y le dijo: "Es tu hija, ¿verdad?". A lo que Coghen asintió. ¿El motivo? "Hicimos ensayos y era la que mejor hablaba inglés", proclamó su madre en rueda de prensa.

En las comparecencias matinales (Visión Legado y Comunicación; Deportes y Sedes), los examinadores agotaron al máximo su turno de preguntas. En la segunda, además, el suizo Gilbert Felli monopolizó el bombardeo y realizó 10 de los 12 requerimientos. También hubo interés por temas culturales y por el futuro centro de convenciones de la Castellana. Ambas duraron unos 45 minutos, más unos 30 minutos de preguntas.

Y si Felli es uno de los huesos de la comisión (es también el encargado de controlar al resto de miembros en sus salidas del hotel), el resto tampoco debía estar para muchas bromas, al menos por la mañana. Lo confesó el saltador cubano nacionalizado español Joan Lino: "Hacerles sonreír cuesta".

A la una tocaba receso. Y los miembros de la comisión fueron agraciados con un variado menú diseñado por el cocinero Eneko Atxa, poseedor de una estrella Michelin y chef titular del Villa Magna. Y atención, porque los aperitivos iban de subsedes: espuma de naranja y oliva de Valencia (donde se celebrarán las competiciones de vela); mojama de Mérida (competiciones de fútbol); ajoblanco de Córdoba (fútbol). Luego, más serios, fueron los platos: huevo a baja temperatura con crema de hongos, lubina con emulsión de guisantes y crema cuajada de vainilla.

Quien se atrevió a seguir por la senda políglota de la pequeña Mónica fue la concejal de Urbanismo, Pilar Martínez. Su ponencia sobre la Villa Olímpica fue en inglés. Anuncíó que la villa se reduce en extensión (de 80 a 46 hectáreas) pero no en capacidad.

El siguiente ponente, el concejal de Economía, Miguel Ángel Villanueva, se soltó con el francés. En ese idioma explicó a la comisión que Madrid garantiza 48.000 habitaciones de hotel.

El siguiente en despachar fue el concejal de Seguridad y Movilidad, Pedro Calvo. Lo tenía relativamente fácil. El transporte es una de las bazas de la candidatura. Tanto que Philippe Bovy, el experto en esta materia de los examinadores, le dijo que "la realidad del transporte en Madrid es mejor que lo que se ha reflejado en el dossier", según explicaron el propio Calvo y el vicealcalde, Manuel Cobo. Aprovechando el halago, se entregó a Bovy un informe complementario con el detalle de todas las bondades de la movilidad de Madrid.

El medio ambiente, a diferencia de lo que podría pensarse en estos tiempos y por lo que trascendió de la ponencia, no fue un tema peliagudo de defender para la concejal Ana Botella. Según explicó, ni siquiera le preguntaron por la calidad del aire de Madrid. Eso sí, quisieron saber qué presupuesto destina la candidatura a todo el área, y ese dato no consta en el dossier. Según explicó luego Cobo, "es un apartado transversal que está repartido en todas las áreas". Ahora la candidatura tendrá que desglosarlo para contentar a los examinadores antes de que se vayan de Madrid.

Hoy llega el día clave. La visita a las instalaciones olímpicas construidas y proyectadas. La comisión recorrerá las sedes de los distintos deportes y comprobará in situ si el contenido del dossier se corresponde con la realidad.