Bienvenido Mr. COI
La ciudad se engalana para la visita de los evaluadores del Comité Olímpico con miles de banderolas y algunos retoques de última hora
El ajetreo de obreros era continuo ayer en las inmediaciones de la Caja Mágica. "Llevan tres días trabajando día y noche", relataba el encargado de custodiar la seguridad en la entrada principal. El puente festivo no se ha notado en una de las instalaciones estrella de la candidatura olímpica. Todo tiene que estar perfecto para superar la prueba de fuego con sobresaliente.
El nuevo Centro de Tenis del Manzanares, como será formalmente presentado a los comisarios del Comité Olímpico Internacional (COI) que llegan hoy a Madrid, luce ya completamente terminado. Pese a que aún no aparezca en las señales de los alrededores y a que los vecinos se queden con las ganas de verlo por dentro. "Deberían dejar pasar. ¡Si lo han inaugurado hace dos días!", se quejaban dos parejas mayores tras ser ahuyentadas por el guardia de seguridad. "Están dando los últimos retoques. Limpiando, acabando detalles de carpintería, montando los stands", explicaba éste fuera. Y es que el flamante edificio, diseñado por el arquitecto francés Dominique Perrault, prepara su puesta de largo para la inauguración, el próximo viernes, del Madrid Open de tenis. Pero dos días antes, el miércoles, pasará la prueba más rigurosa: el examen de la Comisión de Evaluación del COI.
El lema y el símbolo de la candidatura están en todos los rincones del centro
En el centro de Madrid, más de 50.000 banderolas con el eslogan olímpico hacen las veces de alfombra roja para los visitantes. La mano multicolor y el "Tengo una corazonada", símbolos oficiales, se multiplican allí donde los comisarios puedan posar sus miradas. En el Palacio de Cibeles, en el aeropuerto, en las inmediaciones del Estadio Olímpico. Precisamente allí, alrededor de La Peineta (distrito de San Blas), las grúas invaden el paisaje de la llamada Zona Núcleo. Es el corazón del proyecto, el mismo que en el anterior intento frustrado de alcanzar el sueño olímpico. Pero ahora, cuatro años después, abunda el optimismo.
En las indicaciones de tráfico, sin ir más lejos, se da por hecho. Todas rezan: "Estadio Olímpico". Esta instalación será una de las 13 que albergará el núcleo central en caso de que Madrid resulte elegida el próximo mes de octubre como sede de los Juegos en 2016. Sólo en mitad del gran cartel que flanquea la entrada, de nuevo adorando por la omnipresente mano, en letra más bien pequeña se concede una dosis de realidad con el epígrafe de "ciudad candidata".
La actividad en el entorno del estadio era ayer inexistente. No hay prisa. Las obras no está previsto que terminen hasta 2011, según el dossier de la candidatura (www.madrid2016.es). Los trabajadores, en cualquier caso, estarán pendientes de la visita de los comisarios. "Vienen el miércoles, ya me lo advirtió el jefe de obra", señalaba el vigilante de seguridad desde el otro lado de la valla.
Las instalaciones son una de las bazas que juega la ciudad en su pugna olímpica. El extenso dossier hace hincapié en que el 77% de las obras están ya construidas o licitadas. El tour de los comisarios, a bordo de un autobús ecológico, también discurrirá por el Estadio Acuático, que todavía está dando sus primeros pasos, y por la ruta más clásica, la del Palacio de Deportes, el Santiago Bernabéu o los pabellones de Ifema. Pero eso no será hasta dentro de tres días. De momento, hoy y mañana, las actividades se centran en recepciones oficiales, en las que participarán todos los representantes institucionales, y una primera jornada de ponencias.
En los alrededores de la Caja Mágica, donde afloran los nervios por llegar a tiempo con todos los detalles, los curiosos que se acercan lo tienen claro. "Estarán hasta última hora", lanzaba una aficionada al tenis tras lamentar no poder visitar ella las instalaciones: "en España ya sabes, todo de improviso".
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