Un juez archiva la imputación a 145 personas por tráfico de anabolizantes
El titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Málaga ha decidido archivar las imputaciones contra 145 personas detenidas en 2004 en una gran operación contra el tráfico de drogas sintéticas, esteroides, anabolizantes y hormonas, de forma que sólo nueve personas terminarán sentándose en el banquillo.
El auto, difundido ayer por Efe, explica que la mayoría de los inculpados eran deportistas y personas relacionadas con los gimnasios por lo que sería conveniente "depurar responsabilidades", pero que no podrán ir a juicio porque el consumo de estas sustancias no viene recogido en el Código Penal.
Su conducta no se puede encuadrar en "tipo punitivo alguno", explica el juez, ya que el artículo 359 y siguientes, que regulan los delitos contra la salud pública, hablan de "ofrecimiento, fabricación, tráfico o alteración". En la instrucción, tampoco se ha podido demostrar que las sustancias que consumían estuviesen deterioradas o caducadas, por lo que tampoco se les puede acusar de tener sustancias que causen grave daño.
El juicio
Los nueve procesados irán a juicio porque algunos tenían en su poder éxtasis líquido y otras sustancias que sí causan grave daño a la salud, o habían adulterado su composición original.
La operación policial se destapó a finales de junio de 2004 con detenciones en Andalucía, Aragón, Cataluña, Galicia, Madrid y la Comunidad Valenciana. Con ella, la policía dio por desarticulada "la mayor red española de traficantes de psicotrópicos, esteroides, anabolizantes y hormonas".
Se desarrolló en dos fases, la primera con 21 detenidos y la segunda con 126, a los que se acusaba de traficar con estas sustancias por Internet.
El mayor centro distribuidor estaba en Málaga, pero los registros se extendieron hasta una buena muestra de gimnasios, tiendas de dietética y herbolarios de 31 provincias.
Entre las sustancias intervenidas había efedrina, EPOC, Eprox y anabol, primavolan, durabolin o clenbuterol, entre otros. Los esteroides y anabolizantes son empleados por personas que desean aumentar su masa muscular, la fuerza y la agresividad. Su consumo produce efectos secundarios como impotencia, trastornos psiquiátricos y problemas cardíacos y hepáticos.
