Aguirre, tocada por la corrupción

En los últimos meses la presidenta regional, Esperanza Aguirre, ha tenido que destituir a uno de sus consejeros, Alberto López Viejo, implicado en el trama de corrupción promovida por el empresario Francisco Correa con administraciones del PP. También tuvo que prescindir de tres alcaldes por el mismo motivo y varios altos cargos regionales. Se enfrentó a una presunta red de espionaje al ex consejero Alfredo Prada y al vicealcalde de Madrid Manuel Cobo, supuestamente por funcionarios de la Consejería de Interior. También fue espiado su hombre de confianza, el vicepresidente Ignacio González.

Según una encuesta de Metroscopia para EL PAÍS, la imagen de la presidenta se ha visto afectada por ambos escándalos. Así lo cree dos de cada tres consultados, un 64% de entre los 400 entrevistados telefónicamente por la empresa el pasado 29 de abril. Uno de cada dos votantes de su propio partido comparte esta creencia, frente a cuatro de cada cinco votantes del PSOE.

Aguirre es la más conocida y la más respaldada, aunque suspende con un 4,8

Los votantes socialistas puntúan a su dirigente sólo con un 4,9

Pese a estos resultados, si los comicios autonómicos se celebrasen hoy para elegir un nuevo Gobierno regional, el PP ganaría con mayoría absoluta. Los populares obtendrían el 50,6% de la estimación de votos válidos, según la encuesta, realizada con motivo de la fiesta del Dos de Mayo, día de la Comunidad de Madrid. Pero la gestión de la presidenta regional, Esperanza Aguirre, aunque es la mejor valorada de todos los líderes regionales, obtiene una nota que roza el aprobado: 4,8.

Los populares, eso sí, habrían rebajado el número de votantes respecto a los comicios autonómicos de 2007, donde obtuvieron el 55,83% de los sufragios. Los socialistas también bajarían en sus resultados electorales: obtendrían, según la estimación de votos válidos, un 32,8% de los sufragios, frente a un 35% que obtuvieron en los comicios de 2007. Por el contrario, IU sube un punto y medio. Desde el 9,17% de los votos que consiguió en 2007 hasta el 10,6% que obtendría ahora.

Esta es una de las conclusiones que se desprende de la consulta, que ha preguntado a los madrileños cuáles son los problemas que sufre la Comunidad, y los mejores y peores servicios públicos en la región.La encuesta de Metroscopia realizada para EL PAÍS dibuja la estimación de votos válidos a partir de la intención de sufragio directo, es decir, lo que los consultados responden de forma espontánea cuando se les pregunta cuál será su comportamiento electoral más probable. A partir de ese dato, que no refleja todo lo que los electores piensan, sino sólo lo que deciden revelar al ser preguntados, se aplican técnicas correctoras para conseguir la estimación de voto válido.

A la pregunta de que, si hubiese elecciones mañana, a qué partido apoyaría con mayor probabilidad (lo que indica la intención directa de voto), uno de cada tres consultados respondió que al PP y uno de cada cuatro al PSOE. Es decir, el 33% contestó que lo haría por el PP. El 23% se inclinó hacia el PSOE y el 6% restante, a IU.

La encuesta revela que si hoy se celebraran unas elecciones autonómicas en la Comunidad de Madrid, el partido que preside Esperanza Aguirre aventajaría en 17,8 puntos al PSOE en intención estimada de voto. No obstante, el PP se dejaría 5,2 puntos y perdería dos escaños (se quedaría en 65) respecto al resultado electoral de mayo de 2007. Los socialistas obtendrían un 32,8% de los sufragios, 2,2 puntos menos que hace dos años, pero mantendrían sus 42 diputados.

Por su parte, Izquierda Unida lograría el 10,6% de los votos, lo que supone una mejora de 1,43 puntos respecto a las elecciones autonómicas de 2007. La coalición de izquierdas obtendría dos escaños más que hace dos años (los que pierde el PP).

Estimaciones electorales aparte, el conocimiento de los líderes políticos regionales es dispar, según las conclusiones de la encuesta. Mientras que la presidenta, Esperanza Aguirre, es reconocida por la práctica totalidad de los madrileños, sólo tres de cada cuatro (alrededor de un 70%) saben quién es Tomás Gómez, el secretario general de los socialistas, e Inés Sabanés, de IU.

Pero ninguno de ellos recibe un aprobado en su gestión. La de Esperanza Aguirre al frente del Gobierno regional suspende. Obtiene una calificación de 4,8, pero es la mejor valorada. Rebaja su puntuación respecto a otra consulta realizada para este periódico en 2006. Entonces obtuvo una puntuación del 5,54.

La valoración de la presidenta regional sube notablemente cuando se limita a sus propios electores. Los votantes populares puntúan a Aguirre con un 7,1. Cuando se les pregunta a éstos si la imagen de la líder regional se ha deteriorado por el caso de corrupción vinculada a la trama del empresario Francisco Correa y la presunta red de espionaje a altos cargos, sólo la mitad de los votantes populares considera que estos casos le han afectado. Un 30% cree que no le ha pasado factura. Incluso uno de cada 10 (11%) cree que estos escándalos han mejorado la imagen de la presidenta, casi la misma proporción de quienes no contestan a la pregunta (9%).

Por su parte, la dirigente de IU, Inés Sabanés, también ex concejal del Ayuntamiento de Madrid, es la segunda mejor valorada, con un 4,3, dos décimas menos que en la consulta de hace tres años. Sabanés es escogida a pesar de no ser coordinadora regional de IU porque la cercanía de la elección de Gregorio Gordo en el cargo podría distorsionar la encuesta. Entre sus electores obtiene notable: un 7.

La peor nota la saca Tomás Gómez (PSOE), el hombre que sucedió a Rafael Simancas tras el batacazo electoral de éste y quien hoy plantará a la presidenta en los actos del Dos de Mayo contraprogramando con una celebración en Malasaña, en protesta por el cierre de la comisión de los espías.

Quien obtuviera un respaldo masivo a su gestión como alcalde de Parla (por dos veces fue el regidor más votado de España entre los grandes municipios) no consigue sin embargo el refrendo como jefe de la oposición socialista. Recibe una puntuación de 4,1 entre todos los consultados. Pero lo sorprendente es que, entre los votantes socialistas también suspende: obtiene un 4,9, algo que no ocurre con los otros líderes regionales, cuyos electores les puntúan con notable.