"Hemos jugado el mejor baloncesto de Europa"
Juan Carlos Navarro vuelve a estar en la cresta de la ola del baloncesto europeo tras un paso por la NBA, en los Grizzlies de Memphis, corto y poco satisfactorio. A sus 27 años, es ya todo un veterano en la Euroliga, una competición que ganó en 2003 y en la que afronta su cuarta Final a Cuatro.
Pregunta. ¿Estará el Barcelona a la altura?
Respuesta. Somos competitivos. Lo hemos demostrado. Además, contamos con jugadores que tienen mucha experiencia, como Andersen, que ha estado en muchas finales. Somos más maduros. Hemos hecho una gran temporada, el mejor baloncesto de Europa, y sería bueno rubricarlo aquí.
P. ¿El punto fuerte?
R. Si jugamos como hasta ahora, muy ordenados, cualquiera de nosotros puede anotar. A los rivales les resulta complicado marcarnos. Si me vigilan mucho a mí, puede encestar cualquier otro. Eso es muy difícil de anular. El equipo tiene mucha calidad. Nos estamos defendiendo muy bien y controlamos el ritmo de los partidos.
"En la NBA tuve momentos malos, de soledad. Te hacen un tipo que aguanta más"
P. Después de un año en la NBA sin luchar por los títulos, ¿echaba de menos estos momentos?
R. Añoraba este tipo de encuentros: el Palau lleno y entregado en el quinto contra el Tau y ahora esto. Son situaciones de las que no disfruté en la NBA porque jugué en Memphis y no sé como se viven los play offs. Pero no me arrepiento. He vuelto para ganar.
P. Algunos jugadores han rendido en la NBA menos que usted. Podría haberse quedado ganando más dinero.
R. Cuando veo un partido de la NBA, me digo que puedo estar allí, pero prefiero estar aquí. No me gustó tanto como creía.
P. ¿No tuvo un trato justo?
R. De hecho, ni me esperé a que me pasaran las ofertas. No volví por dinero, sino porque quería estar aquí.
P. ¿Ha madurado más rápido tras jugar en la NBA?
R. Sin duda. Estoy contento con el año que hice allí, pero hubo malos momentos, de soledad, de no estar nunca integrado del todo. También es normal. Hay gente de allí que viene aquí y le cuesta integrarse. Pasar los momentos duros te convierte en un tipo que aguanta más. Te ayuda a ser más experto y sentirte un poco más seguro en la pista.
P. En cuartos, contra el Tau, se perdió el tercer partido por una lesión muscular en la pierna derecha. ¿Le hizo cambiar de estilo?
R. Se aprende con los años. Cuando uno no está anotando desde fuera, intenta otras alternativas y adquirir esa calidad para no centrarse en hacer sólo una cosa. En esos partidos no estaba al ciento por ciento de piernas. No me quería jugar penetraciones hasta abajo y saqué el recurso del tiro o de las asistencias. Salió muy bien.
P. ¿Le encorsetaron en la NBA?
R. Eso está claro. Muchas veces también me gusta coger el balón, hacer pick and roll... Creo que soy bueno en esa faceta y por eso me piden que lo haga. Me encanta que los demás también jueguen bien a raíz de lo que pueda hacer yo. Crear juego es de lo que más me gusta, ya sea para finalizar yo o para dar. Eso es algo que allí no pasaba.
P. ¿Qué piensa del CSKA?
R. Me trae buenos recuerdos: cuando le ganamos en Barcelona en las semifinales de 2003 y luego conquistamos el título. Pero también malos: cuando perdimos en Praga hace tres años. Es un equipo respetado por todos y con mucha experiencia. Esta temporada cambiaron a Andersen y Papaloukas, pero mantienen muy buenos resultados. Quizá tienen otro estilo, pero juegan más como equipo.
P. Ellos se defienden al borde de la extenuación. ¿Es vital atacarles con acierto?
R. Hay que tener mucha cabeza y tranquilidad. Son grandes defensores. Hay que ser capaces de llevar el ritmo que nos interese y no ponernos nerviosos aunque no nos dejen hacer nuestras jugadas.
P. ¿No le desconcierta que Ricky Rubio se vaya a la NBA y que un aspirante a número uno del draft como Jeremy Tyler quiera venir a Europa?
R. Es sobre todo porque hasta los 19 años no se puede jugar en la NBA. Y se dan cuenta de que en Europa se pueden formar. Las competiciones se han igualado y en España nos hemos ganado el respeto de todo el mundo. Ricky hace bien. Aunque es joven, tiene una madurez impropia de su edad. Si se quedara aquí, quizá se estancaría un poco.
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