Castigo "mínimo" para Pepe

Vicente Boluda, en unos de sus ataques de optimismo, había vaticinado una sanción de tres partidos. El Real Madrid, según confirmaron ayer fuentes del club, no se esperaba más de siete, y el presidente del Getafe, Ángel Torres, auguraba un mínimo de diez. Premio para Torres. Pepe se perderá lo que queda de temporada, seis partidos de Liga, y no podrá competir hasta bien entrada la siguiente. El Comité de Competición decidió ayer "por unanimidad", en palabras de su presidente Alfredo Flórez, castigar al central del Madrid con 10 partidos de sanción. Uno por frustrar una ocasión de gol empujando a un adversario y provocando penalti ante el Getafe, cuatro por la agresión a Casquero, otros cuatro por la agresión a Albín y una última por insultar al cuarto árbitro. El defensa portugués se dirigió a éste tras ser expulsado diciéndole: "Sois todos unos hijos de puta".

El Comité dice que por cada agresión le podían haber caído hasta 12 encuentros

Por contra, retiró la quinta tarjeta a Higuaín y decidió no sancionar a Marcelo

La sanción es la sexta más dura de la historia del fútbol español y la peor del Madrid si no se contabilizan las dos del malogrado Juanito en Europa -dos años por agredir a un árbitro ante el Grasshoppers (1978) y cinco por pisar a Matthaus (1987)-. "Pepe lo tiene asumido. No le queda más remedio que aguantar y volver a levantar la cabeza", decía ayer un empleado del Madrid, algo sorprendido por la "dureza" de la sanción. Y eso que el Comité de Competición aplicó "el grado mínimo". "Por una agresión, los reglamentos prevén castigos de entre 4 y 12 partidos. Hemos optado por el grado mínimo porque no se han producido lesiones a los rivales", explicó Flórez. Competición rechazó las alegaciones del club blanco, que pedía por una parte considerar las dos agresiones como una pero continuada -lo cual implicaría una sanción inferior- y por otra invocaba el arrepentimiento del jugador, sus disculpas inmediatas y su conducta correcta a lo largo de la temporada. En el escrito presentado al comité, el Madrid sostenía que la reacción de Pepe se produjo por "considerar errónea una decisión del árbitro" y, aunque el hecho fuera "reprobable, no merecía la valoración mediática" que se le había dado, "magnificándola como una agresión". Asimismo, alegaba que el manotazo a Albín fue "con el simple propósito de librarse de él cuando, en actitud amenazante, le increpaba".

Ninguno de los cinco aspectos en los que hizo hincapié el Madrid fue tomado en cuenta por Competición. "No ha habido ni espontaneidad ni inmediatez por parte del jugador a la hora de pedir perdón

[Pepe acudió al vestuario de los árbitros más de media hora después de que acabara el partido]; tampoco se corresponde a la realidad lo de la buena conducta, ya que ha sido amonestado en seis ocasiones a lo largo de temporada", matizó Flórez. Pepe, quien después de la expulsión se sentó en el banquillo junto al resto de sus compañeros -algo prohibido por el reglamento- y poco después incluso fue a celebrar el gol de Higuaín entrando en el campo -también prohibido- no fue sancionado por eso. "El acta sólo refleja que el jugador se fue corriendo hacia un córner para abrazar a sus compañeros y eso no es suficiente motivo de sanción", analizó el presidente de Competición.

El Madrid, por su parte, se resiste a acatar el castigo impuesto. Por ello, se ha puesto manos a la obra para trabajar en el recurso -tiene diez días de plazo- que presentará ante el Comité de Apelación. Fuentes del club consideran que la sanción ha sido "severa" e intentarán que el jugador esté disponible para la primera jornada de la temporada que viene. Al castigo deportivo se une también el económico. Pepe tendrá que pagar un total de 7.212,14 euros por la sanción en pleno y su club, 901,50. Sin embargo, en el eterno rival no todo el mundo coincide en que la sanción sea "severa". Así, Xavier Sala i Martín, recién nombrado directivo del Barcelona, aseguró en varias emisoras catalanas que los 10 partidos de castigo a Pepe le parecían "pocos", además de desvelar que si él fuera presidente del Madrid "castigaría al jugador".

Por contra, tras visionar detenidamente, según confirmó Flórez, las imágenes del partido contra el Getafe, el Comité decidió quitar la quinta cartulina amarilla a Higuaín -por lo que, al no cumplir ciclo podrá jugar mañana en Sevilla- y no sancionar a Marcelo. El brasileño sacó la lengua al Cata Díaz, le volvió a provocar tocándose los genitales y, antes del penalti de Casquero, le propinó una patada a Uche. "El árbitro no recoge nada de eso en el acta, con lo cual hemos decidido no entrar de oficio", consideró Flórez. Pero en muchas otras ocasiones el comité sí decidió actuar sin que nadie se lo solicitara.

"Otra cosa es si hubiese habido denuncia por parte del Getafe", explicó Flórez. No la hubo. Ángel Torres, que el martes después del encuentro deploró públicamente los gestos de Marcelo y ayer volvió a hablar del tema utilizando frases como "estoy hasta los cojones de los niñatos estos

", prefirió quedarse quieto argumentando, en declaraciones a este periódico, que denunciar no es tarea suya. "Eso es cosa de los comités, no de los clubes de fútbol. Además, es un problema de imagen y del Real Madrid, no del Getafe. Nosotros no podemos denunciarlo por una cuestión ética. Se desataría una guerra entre clubes", matizó Torres.