Vilanova decide cerrar su perrera para no gastar en ampliarla
El Ayuntamiento de Vilanova i la Geltrú (Garraf) ha decidido cerrar el Centro de Acogida de Animales de Compañía (CAAC) argumentando que las obras necesarias para su imprescindible ampliación tendrían un coste excesivo en plena crisis económica. La alternativa es delegar la gestión de este servicio en la Mancomunidad de Municipios Penedès-Garraf, de la que Vilanova forma parte, y trasladar los animales a las instalaciones de este organismo en Vilafranca. La saturación del centro, añaden en Vilanova, podría crear problemas sanitarios.
El cierre ha provocado un gran revuelo entre las entidades y protectoras de animales de la comarca, que han iniciado acciones de protesta. El momento más agrio de la polémica se vivió en el pleno en que el gobierno municipal (PSC-ICV-ERC) aprobó el cierre de la perrera sin el apoyo de los grupos de la oposición (CiU, PP, CUP).
Las entidades protectoras que colaboran voluntariamente en el funcionamiento del CAAC se oponen al cierre alegando que la perrera de Vilafranca se acogió a una moratoria de la ley actual que le permite sacrificar animales siguiendo criterios mucho más flexibles que los que se aplican en Vilanova, donde los sacrificios están prohibidos, salvo las excepciones que marca la normativa.
La concejal de Medio Ambiente de Vilanova, Iolanda Sánchez (ICV), asegura que el gobierno de la ciudad actúa con respeto hacia los animales y en defensa de los intereses colectivos de la ciudad. Varios informes técnicos señalan que la situación del centro, en el que actualmente hay un centenar de perros y 200 gatos, es "crítica".
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