Feijóo llega al poder con la mano tendida a la oposición
La oferta de diálogo rebaja la tensión en la investidura
"Diálogo, pacto y acuerdo" son las tres palabras que Feijóo eligió destacar ayer después de escuchar a los portavoces parlamentarios gallegos en la sesión de investidura como cuarto presidente de la Xunta de Galicia. El tono crítico de las primeras intervenciones de los portavoces Xaquín Fernández Leiceaga (PSdeG) y Carlos Aymerich (BNG), y sobre todo la acidez del responsable del Grupo Popular, Manuel Ruiz Rivas, hacían presagiar una sesión mucha más tensa.
La moderación de Núñez Feijóo y, sobre todo, la pausa de dos horas para comer, hicieron posible el que en el tramo final del debate se impusieran las apelaciones al consenso. Feijóo saludó la disposición de sus adversarios a "buscar puntos de encuentro". El PP, prometió, lo buscará en torno a la lengua y para hacer frente a la crisis, pero también para pactar las demandas de Galicia en materia de financiación autonómica, firmar un pacto en educación no universitaria, reformar los medios de comunicación públicos y redactar un nuevo Estatuto.
"El idioma se defiende con amabilidad", dijo sobre el gallego
Ante la crisis, explicó su "oferta para suscribir un gran pacto con el que hacer frente a la situación excepcional de la economía no tiene fecha de caducidad. Quisiera que la sesión de investidura sirviera para enviar un mensaje de esperanza", pidió. Y, aunque hay "obstáculos, debemos dialogar y escuchar a todos, por minoritarios que sean. No sé si lo conseguiré", admitió, "pero sí voy a intentar gobernar para todos. Ese es mi compromiso".
En materia lingüística, negó ser "prisionero de ningún dogma". "No tengo más normas que las de la mayoría: la libertad lingüística", por eso es necesario conciliar "normalización y libertad". La lengua, razonó, "no es propiedad de nadie, sólo los gallegos son sus dueños". Aunque subrayó que el gallego "no es propiedad de la minoría; es propiedad de todos o, en todo caso de las mayorías", ofreció diálogo y acuerdo. "El idioma se defiende con amabilidad" y gallego y castellano son como las "dos piernas. Las necesitamos para caminar y no voy a mutilar a nadie".
El candidato subrayó su "agradecimiento explícito y sincero" a Emilio Pérez Touriño y Anxo Quintana, "dos dignos diputados" que intentaron conseguir "una Galicia mejor" y que son "parte ya del patrimonio"· de la comunidad autónoma.
Además, el nuevo presidente anunció que mantendrá la prohibición de construir en la franja de los primeros 500 metros de costa hasta que se apruebe un Plan de Ordenación del Litoral, tal y como pretendía el Gobierno bipartito y en contra de lo que reclama la patronal de la construcción.
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