El PSOE mete presión a Arenas
Zarrías dice que el relevo en la Junta convierte en "caduco" el discurso del PP
El PSOE se recuperaba ayer del extraordinario esfuerzo realizado en plan turbo, desde que se comunicó la marcha de Manuel Chaves de la Junta, para que la elección de José Antonio Griñán en el comité director del PSOE saliese con todas sus puntadas y, por supuesto, ningún descosido. Pero a la espera de la investidura del cuarto presidente de la Junta de Andalucía en el Parlamento autonómico, los próximos martes y miércoles, los socialistas, que hasta ahora no habían prestado mucha atención a sus adversarios, empezaron a meter presión al presidente del Partido Popular, Javier Arenas.
"Les adelanto que el candidato del PP en 2012 no será Javier Arenas", aseguró Gaspar Zarrías, tras presidir el último Consejo de Gobierno antes de que Griñán tome posesión. El presidente en funciones de la Junta, que ocupará la secretaría de Estado de Política Territorial, arremetió ayer contra el popular por su "reacción esperpéntica" al afirmar que Griñán no tiene legitimidad para ser presidente andaluz.
Arenas matiza que Griñán "no tiene la legitimidad de las urnas"
Zarrías: "Llegué siendo de izquierdas y me voy siendo de izquierdas"
Ayer, en una reunión con su grupo parlamentario, Arenas matizó esta frase con la que muchos juristas se han llevado las manos a la cabeza, porque en un sistema parlamentario los presidentes del Gobierno son elegidos por el Parlamento y para eso tienen que haber concurrido en las candidaturas electorales. El líder popular aclaró que Griñán tendrá la legitimidad que le otorga el ser elegido por la mayoría absoluta del PSOE en la Cámara, "pero no tendrá la de las urnas".
Zarrías aseguró que con la elección de Griñán, Arenas "ha perdido sus cuartas elecciones" en Andalucía y se "ha quedado sin nada, ni siquiera con discurso". En su opinión, el mensaje de Arenas se ha quedado, con el relevo de Griñán por Chaves, "viejo, caduco y trasnochado".
Ayer no fue un día fácil para el que ha sido el hombre fuerte del Gobierno andaluz en los últimos 13 años como consejero de la Presidencia y en el que su biografía quedará que durante 15 días ha ocupado la presidencia de la Junta en funciones. Fue también el de su despedida. Consideró un "privilegio" haber vivido en primera línea política la etapa "más importante de la historia contemporánea de Andalucía" y explicó que aceptó el ofrecimiento de Chaves para irse al Gobierno central por su "fidelidad" al ex presidente andaluz.
El también secretario general del PSOE de Jaén reconoció que su etapa más difícil fue, en el terreno interno, los dos últimos años del Gobierno de José Rodríguez de la Borbolla (1988-1990), cuando los guerristas decidieron poner punto final al mandato de éste y eligieron a Chaves como sustituto. En el plano institucional, los tragos más amargos fueron los de la etapa de la pinza (1994-1996), cuando se hizo cargo de la Consejería de Industria en plena crisis económica.
Zarrías no quiso dejar dicho ningún consejo para su sustituto. Aunque tal vez sí: "Llegué siendo de izquierdas y me voy siendo de izquierdas. Esa pasión es la que me mueve".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.