Gavilán da aliento al Getafe

Saltar al campo a sabiendas de que tus rivales directos se han dejado puntos por el camino puede tener efectos contraproducentes. Le ocurrió ayer al Sevilla. Cuando faltan ocho jornadas para concluir el campeonato, al cuadro andaluz le sobrevino ayer un exceso de tranquilidad y confianza. El Getafe, consciente de que salvaba una vez más el descenso, tampoco ofreció batalla. Pero la relajación de la defensa local en el ocaso del encuentro acabó por brindar a Gavilán una bombona de oxígeno para el conjunto azulón.

Sin prisa, sin pausa pero también sin nervio ni picante. El Sevilla y el Getafe dispusieron de esta manera el primer tiempo del encuentro, como si no quisieran molestarse el uno al otro. El equipo andaluz se cuidó de gobernar el círculo central, aunque para ello tuviera que sacrificar la banda izquierda, habitada ayer por Romaric. El Sevilla proponía y disponía el juego. Pero sus llegadas al área de Stojkovic, debutante con el Getafe, perdían pólvora y se quedaban en fuegos artificiales. Incluido un gol anulado a Luis Fabiano, al que un hombro dejó en fuera de juego, y un mano a mano con el meta serbio que el brasileño, que no tuvo ayer su día, desperdició.

Tampoco es que el equipo de Víctor Muñoz pareciera dispuesto a sacar provecho de la candidez de la delantera sevillista. Ni el descanso le cambió la cara al conjunto azulón. Granero y Casquero se borraron largo rato del encuentro. Y Polanski y Gavilán recularon en ayuda de sus compañeros en la zaga, asediados cada vez más por el Sevilla y necesitados de refuerzos para defender el empate.

Cuando todo señalaba el reparto de puntos, el Getafe se encontró con la oportunidad de abrir una brecha con el descenso. Fue Gavilán, quien tras un despiste de Squillaci, enfiló la meta de Palop para batirle con un disparo cruzado y dar un respiro a Víctor Muñoz en el banquillo azulón.