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La banca busca 600 millones con emisiones de alto riesgo

Las dos cajas y el Pastor sacan participaciones preferentes

Pocas veces un producto financiero comercializado por bancos y cajas ha tenido tantas salvedades, advertidas incluso en la letra pequeña de los contratos firmados con los clientes. Y tanto éxito a la vez. A través de su red de oficinas, el sistema financiero gallego se ha lanzado de lleno a la distribución de las denominadas participaciones preferentes, que ofrecen una alta rentabilidad para el pequeño inversor (más del 7%, cuando el euríbor y la Bolsa están por los suelos), pero que presentan características inéditas hasta ahora: son a perpetuidad, es decir, la entidad no tiene la obligación de devolver lo invertido, y el pago de los intereses está sujeto a que la caja o banco emisor presenten beneficios. A pesar de ello, Banco Pastor y Caixa Galicia, que ya han puesto en el mercado emisiones preferentes por valor de 400 millones en las últimas semanas, seguirán ampliando su oferta, a la que se sumará en breve Caixanova. Las propias entidades advierten de su "elevado riesgo".

Las participaciones ofrecen una alta rentabilidad para el pequeño inversor

Caixa Galicia tardó sólo 15 días en colocar 150 millones en participaciones preferentes en el mercado minorista. Ante ese resultado, la caja ha decidido ampliar la colocación hasta los 300 millones. En su caso, el tipo de interés se sitúa en el 7,5% durante los tres primeros años y el euríbor más 5,15 puntos a partir del cuarto año, con un mínimo de 6,15 puntos desde el sexto año. Y siete días le llevó al Banco Pastor completar su emisión, por importe de 250 millones, con un interés del 7,25% durante los tres primeros años. La entidad había barajado inicialmente sacar al mercado sólo 100 millones.

En la mayoría de los casos, las participaciones preferentes están dirigidas a inversores minoristas. Como en el caso del Pastor, tienen un valor nominal de 100 euros y la solicitud mínima por inversor es de 10 títulos, lo que se traduce en un importe de 1.000 euros. Desde Caixa Galicia señalan que, dadas las características del producto, y a pesar de su rentabilidad, recomiendan a sus clientes "diversificar el riesgo y no concentrar" en las preferentes grandes sumas. ¿Por qué? La clave está en la letra pequeña, que figura en todos los folletos registrados en la CNMV. La primera advertencia es que se trata de un producto financiero "complejo y sujeto a diversos riesgos".

Por ejemplo, no constituye un depósito bancario al uso, y en consecuencia no está cubierto por el Fondo de Garantía de Depósitos. El pago de su remuneración, es decir, de ese 7% de rentabilidad, está condicionado a que la entidad emisora se encuentre en beneficios y a la existencia de recursos propios suficientes. "Si en alguna fecha de pago (suelen ser trimestrales) no se abonaran las remuneraciones, los inversores perderán el derecho a recibirlas", según aclara el Banco Pastor.

En su folleto, Caixa Galicia, como otras entidades, advierte que se trata de valores que son "perpetuos". "Por tanto", señala, "el emisor no tendrá obligación de reembolsar su principal. No obstante, transcurridos cinco años desde el desembolso, se podrán amortizar en cualquier momento con autorización previa del Banco de España y de Caixa Galicia". Ambas entidades insisten en que las participaciones preferentes son "valores con un riesgo elevado, que pueden generar pérdidas en el nominal invertido. Si el inversor quisiera más adelante venderlas, podría ocurrir que el precio fuera menor que el que pagó al adquirirlas".

¿Cuál es el secreto de tan alta rentabilidad y tanto riesgo en un momento como el actual? Para la contabilidad de bancos y cajas, las participaciones preferentes se consideran recursos propios, y elevan directamente sus ratios de solvencia, el denominado Tier 1. De ahí el atractivo de la retribución de las participaciones preferentes para el cliente y el interés de bancos y cajas por captar recursos de esta forma en un escenario en el que la morosidad seguirá subiendo a lo largo de todo el año y amenaza con cercenar sus índices de solvencia.

Rentas o pérdidas

Con cierto retraso, una vez comercializadas las emisiones de participaciones preferentes por gran parte de la banca española, la autoridad bursátil advierte que es un "instrumento que puede generar rentabilidad, pero también pérdidas en el capital invertido". Era el pasado viernes cuando la Comisión Nacional del Mercado de Valores difundía oficialmente su posición. "Según la situación del mercado", dice la CNMV, "del emisor y de las condiciones financieras del producto, su valor puede ser inferior al que el inversor pagó al adquirirlas, por lo que podría sufrir pérdidas". Las participaciones preferentes son valores que no confieren participación en su capital ni derecho de voto y se han vendido como alternativa a unos depósitos que no podían seguir ofreciendo el 6% o el 7% de rentabilidad ante el desplome del euríbor en los últimos meses.

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