No se nos reconoce la profesionalidad

Señora presidenta:

Le escribo para decirle que, en medio de la euforia por la buena marcha del teatro en general, nos han llegado quejas del sector de actores que representamos porque no se les reconoce como profesionales en la propia Noche de los Teatros. Le advierto que los actores y actrices de Madrid, vengan de donde vengan, cultivan a ultranza la tradición de la queja constante del cómico insatisfecho. Como aquel viejo cultor británico de la profesión histriónica, Garrick, que mientras hacía reír a carcajadas a su público, que lo consideraba el más feliz, el pobre destilaba bilis de dolor anímico a raudales. Malas lecciones que hemos aprendido en Madrid del teatro británico y no hemos podido desterrar, antes bien las hemos llegado a incorporar con la escuela stanilavskiana con todas sus variantes interpretativas (de las estadounidenses a las argentinas), hasta convertirnos en maestros en la propia interiorización de nuestras penas.

La Comunidad no paga a los intérpretes en la Noche de los Teatros

Es el momento de regular la situación de los que actúan en la calle

Será porque Madrid suele acoger con una generosidad de brazos abiertos todo lo que llega de fuera, fácilmente comprobable desde los artistas callejeros que vemos y oímos todos los días hasta quienes dirigen las principales instituciones teatrales de esta ciudad. Y esto se lo dice sinceramente quien es un ejemplo vivo de ello desde hace años, ya que está al frente de la Unión de Actores de Madrid, la organización representativa más numerosa del sector, y ha nacido en el lejano Buenos Aires. Será por eso, tal vez, que los que nos sentimos madrileños nos quejamos de que no se nos proteja como en otras comunidades.

En la reciente Noche de los Teatros, que con buen criterio se comenzó a celebrar en Madrid extendiendo como festejo nocturno el Día Internacional del Teatro se ha invitado desde la Comunidad de Madrid a participar a compañías y grupos teatrales a salir a la calle a celebrar su trabajo teatral. Recuerdo que esta costumbre se inauguró con una representación de teatro leído con la interpretación a cargo de representantes políticos de la Asamblea de Madrid y algunas otras personalidades invitadas del mundo de la prensa y la cultura. Claro que estos profesionales de otras lides (entendemos) fueron invitados para su actuación gratuita, como es de agradecer. Desde entonces, este festejo anual del teatro desde la Comunidad de Madrid ha congregado tanto público que ha valido la pena, como ha logrado hacer el Ayuntamiento de esta ciudad con la incorporación de las Noches Blancas europeas al calendario madrileño. Pero, parece que la diferencia es que en estas Noches en Blanco se paga por las actuaciones, mientras que en la Noche de los Teatros se formula la invitación a la actuación gratuita y promocional, por lo menos a la mayoría de los que se nos han quejado.

Lo que ocurre es que, como mencionaba al comienzo, estos profesionales del teatro residentes en Madrid cultivan la queja, y en este caso se quejan de que se les invite, pero no se los contrate (ni siquiera se les ofrezca la posibilidad de facturar) para ejercer esta celebración teatral en la calle. Es cierto que quienes se quejan son esos eternos descontentos que, como digo, no han sido contratados y sólo han recibido la invitación para unirse a la celebración promocional del teatro "gratuitamente". Porque tengo que confesarle que aquellos que puedan haber sido contratados o a quienes se les pueda haber pagado por sus servicios profesionales de cómicos en la calle no han dicho ni pío. Bueno, alguno que otro sí porque no había sido dado de alta en la celebración del Ayuntamiento, y eso lo dejamos mejor para otra carta.

Pero no quiero repetirme con lo de que conozco el percal de queja continua de que no hacemos nada y, entendiendo que el oficio conlleva la insatisfacción, le pido que tal vez se pueda hacer un esfuerzo a partir del año que viene, sobre todo si comenzamos a salir de la crisis, y se pueda invitarles a que actúen en la calle y donde sea pagándoles por su actuación. Después de todo, son profesionales de la actuación, y hay que reconocer que existe cierta conexión entre ser profesionales y ganarse la vida con honestidad en la práctica de su profesión u oficio.

A propósito, también sería el momento de intentar regular la situación de profesionales que actúan en la calle de Madrid contando con el favor del viandante que reconozca su labor y a su creación por lo general mímica y estatuaria con una moneda. En este caso habría que concederles sólo un permiso para que puedan realizar su actuación sin que los desalojen los guardias de cualquier orden, y ahí sí que piden poca cosa algunos de estos profesionales. Es decir, coordinar "una legislación de comunidad autónoma con aplicación municipal".

Mire por dónde, tal vez así comiencen a quejarse menos como actores de Madrid, aunque me temo que seguirán haciéndolo como ciudadanos: que si la sanidad y la educación públicas, usted ya sabe. Qué le voy a contar...

Jorge Bosso es además secretario general de la Federación de Artistas del Estado Español y vicepresidente de la Federación Internacional de Actores (FIA).