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La OCDE borra a los cuatro paraísos fiscales que estaban en la lista negra

Malaisia, Filipinas, Costa Rica y Uruguay se comprometen a dar información

Antonio Jiménez Barca

Ya no queda ningún país en la lista negra de paraísos fiscales que ha elaborado la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Los cuatro que el pasado jueves fueron incluidos en ese listado (Malaisia, Filipinas, Costa Rica y Uruguay) se han comprometido a intercambiar información financiera según lo reclama la OCDE y han pasado, por lo tanto, a la lista gris, algo más benigna.

Así lo aseguró ayer el secretario general de la OCDE -que aglutina a las 30 economías más desarrolladas del mundo-, Ángel Gurría, en una comparecencia en la sede de esta organización, en París. Gurría añadió que el hecho de que la lista negra se haya quedado sin componentes es un "significativo progreso" en la lucha contra los paraísos fiscales.

El gran trabajo por hacer es asegurar que se cumple lo acordado
Gurría es partidario de olvidarse de las sanciones con que amenazó el G-20
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Esta lista fue elaborada a petición de los países integrantes del G-20, reunidos en Londres la semana pasada. En la parte buena, la blanca, figuran los 40 países con fiscalidad baja o inexistente o con secreto bancario, que cumplen con todos los requisitos, en cuanto a transparencia bancaria, reclamados por la OCDE; en la sección intermedia, la gris, figuraban 38 países y jurisdicciones que, si bien se habían comprometido a cumplir estos requisitos, no lo habían hecho todavía.

Algunos, de hecho, se habían apresurado en las últimas semanas a hacer concesiones y promesas, precisamente, para escapar a esa lista negra. Ésta, al final, sólo incluyó los cuatro países citados, los cuales también decidieron apresurarse, tras su publicación, a llegar a compromisos para salvar su imagen. Uruguay fue el primero: un día después de saberse integrante de la lista negra anunció compromisos e intercambios de información suficientes como para situarse en la parte gris.

Pasar de la lista negra a la gris no garantiza haber dejado de ser un paraíso fiscal. Gurría señaló que el "gran trabajo" que queda ahora por hacer, precisamente, es el de demostrar que estos países cumplen lo acordado. Y añadió: "Hay países como Suiza o Austria que han hecho compromisos y que, como países serios que son, los van a cumplir. Y se quejan de figurar en la misma lista de otros países que, hace años, se comprometieron a lo mismo y no lo han cumplido. Ahora se trata de comprobar eso", dijo el secretario general de la OCDE.

El G-20 amenazó con sancionar a los paraísos fiscales. Gurría contemporizó algo más. Se mostró partidario de olvidarse de las sanciones debido a que, entre otras cosas, "el clima ha cambiado" en las últimas semanas. Para Gurría, más importante que las sanciones es el hecho de que todos los países tachados de paraísos fiscales se hayan comprometido a colaborar con la OCDE y estén firmando acuerdos bilaterales para intercambiar información y salir de la opacidad bancaria.

Ya el jueves, poco después de conocerse el contenido del listado, muchos de los países afectados se quejaron de estar incluidos y denunciaron los procedimientos empleados por la OCDE para asignar el gris a una jurisdicción o el blanco a otra.

Luxemburgo, Suiza y Austria, especialmente, criticaron el hecho de encontrarse en la lista gris. Ángel Gurría aseguró ayer que los criterios que determinan si un país se encuadra en un lado o en otro son los mismos para todos. Jeffrey Owens, director del departamento de fiscalidad de la OCDE, presente en la comparecencia, insistió en la "objetividad" del proceso.

Esto no convence a Suiza, entre otros países. La ministra de Asuntos Exteriores helvética, Micheline Calmy-Rey, declaró ayer a la agencia de noticias AFP que los criterios por los que se ha basado la OCDE a la hora de elaborar su lista son "políticos". Además, el Parlamento suizo ha invitado oficialmente a Ángel Gurría a que explique, en Berna, la manera de elaborar el listado y que detalle por qué Suiza se encuentra en la lista gris.

Ángel Gurría, durante la conferencia de prensa celebrada en París.
Ángel Gurría, durante la conferencia de prensa celebrada en París.AFP

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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