_
_
_
_

Gallardón inicia este mes las obras de Prado-Recoletos sin permiso de Aguirre

La Comunidad advierte al alcalde que estará "muy atenta" a la reforma

Daniel Verdú

Desde que Carlos III se inventó el paseo del Prado, a muchos alcaldes que nunca llegaron a reyes se les ocurrió meterle mano al eje. Una zona de gran valor cultural que alberga hoy tres grandes museos (Prado, Thyssen y Reina Sofía). Pero en la que nunca, hasta ahora, cuajó el comienzo de una profunda reforma de aquel proyecto de 1763. Pese a los cientos de alegaciones, a la baronesa Thyssen (apoyada por Esperanza Aguirre) defendiendo los árboles del Salón del Prado, la crisis económica y el empeño de la Comunidad de Madrid en que se construya un túnel (primero bajo el paseo, luego en Alfonso XII), en una semana comenzarán los preparativos para las primeras obras. Las excavadoras llegarán a final de mes. Pero no será sencillo.

"El Gobierno está solo en lo del túnel. No es buena idea", dice el COAM
Aguirre tiene que decir en julio si aprueba o no el proyecto

Hace justo un año, Comunidad y Ayuntamiento se enzarzaron en su enésima guerra, esa vez con el plan de Prado-Recoletos como argumento. La presidenta Aguirre hizo valer sus competencias sobre la zona del paseo declarada Bien de Interés Cultural (de Cibeles a la Cuesta de Moyano) y paralizó el proyecto. El alcalde, Ruiz-Gallardón, reaccionó en el plazo de una semana y troceó el proyecto (contenido en un plan especial) para sortear así la exigencia de la Comunidad, que quería someter toda la reforma a una evaluación de impacto ambiental. El Ayuntamiento se planteó que, así, podría empezar las obras en la glorieta de Atocha, la plaza de las Cortes y la de Colón. Mientras tanto, se esperaría a que el Gobierno regional avanzase con la evaluación del resto de la obra para que los trabajos del paseo pudieran empezar a fin de año.

Pero la Comunidad no lo pondrá fácil. Ayer, a propósito de los árboles que el Ayuntamiento ha talado en la calle de Serrano, el viceconsejero de Medio Ambiente, Manuel Beltrán, advirtió que estarán "muy atentos" a las obras de Prado-Recoletos.

Pese a todo, el plan empieza. Entre las reformas que se inician en las próximas semanas con cargo al Fondo de Inversión Local del Estado, quizá la más llamativa sea la de la plaza de Colón. Nuevo pavimento, aceras más anchas y la estatua del descubrir, al centro de la plaza. La fuente se trasladará a la de Legazpi.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Siguiendo hacia el sur, también se reformará un tramo del paseo de Recoletos entre Colón y la calle de Prim. Se ensancharán las aceras y se cambiará el pavimento de la calzada.

La actuación de la glorieta de Carlos V (Atocha) no será todo lo contundente que querían sus autores, según fuentes del proyecto. No hay dinero para prolongar el túnel que desemboca ante el Museo Reina Sofía.

Éste es el comienzo del fin de un culebrón de más de 20 años. Ya en 1985 el alcalde Enrique Tierno Galván, recibió una propuesta del arquitecto Miguel de Oriol para devolverle el esplendor perdido al eje Prado-Recoletos. "Si usted saca una lotería, se hace el proyecto", le soltó el viejo profesor. En 1994, José María Álvarez del Manzano también quiso liberar de tráfico el paseo del Prado. Sin éxito. El proyecto actual es de Álvaro Siza y de Juan Miguel Hernández de León.Ahora, 15 años después de la primera idea de un túnel desechado por buena parte de las fuerzas políticas y de los arquitectos, el Gobierno regional ha vuelto a insistir en el subterráneo. El pasado 20 de febrero, mandó una carta al Área de Urbanismo del Ayuntamiento para recordar que no se ha presentado ninguna propuesta de "túnel bajo la calzada". Una insistencia que previsiblemente sólo servirá parece para demorar más el final de la obra. El Ayuntamiento no está dispuesto a hacer ningún túnel, ni bajo el paseo del Prado ni bajo Alfonso XII, y cada vez que la Comunidad hace un requerimiento de este tipo, el tiempo legal que tiene para terminar el proceso de evaluación ambiental sobre la zona protegida (nueve meses) se alarga.

"En este momento el proyecto está muy consensuado. Volver a retrotraerlo al punto cero no parece una buena idea. La Comunidad está aislada en este tema y el conjunto de la opinión pública y política apoya el proyecto. Lo que plantean ahora debería haberse hecho desde el principio, antes del concurso. Volver a casilla cero no tiene legitimidad ni social ni política", critica Pedro Ortiz, portavoz del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM). La Comunidad declinó hablar sobre este asunto con EL PAÍS. Simplemente, dijeron, "se está tramitando el plan".

El Gobierno regional carece de competencias sobre movilidad en Madrid, pero sí las tiene en materia medioambiental porque el paseo del Prado fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por el propio Gallardón cuando era presidente de la Comunidad. En marzo del año pasado, desde la Puerta del Sol se trató de imponer un túnel en el proyecto. El argumento fue que, al reducir el tráfico en el eje Prado-Recoletos, se incrementaría en Alfonso XII, lo que acarrearía problemas de contaminación en este límite del Retiro. Fue entonces cuando para frenar el plan, Aguirre obligó a Gallardón a someter toda la reforma a un proceso de evaluación ambiental ordinario. Es decir, muchos informes, comprobaciones y análisis que se pueden prolongar durante nueve meses, un proceso en el que la Comunidad tiene la última palabra.

El Ayuntamiento, que el mes pasado respondió oficialmente a la Comunidad que no piensa construir ningún túnel, empezará las seis obras troceadas del proyecto que no están en la zona BIC: la glorieta de Atocha, la de las Cortes, la de Colón, la calle de Atocha, el entorno de la Biblioteca Nacional y la reurbanización de la calle de Felipe IV. Unas reformas que costarán unos 24 millones de euros y que se pagarán con el fondo de inversión del Estado. Los seis proyectos generarán 525 empleos.

Cuando en diciembre estén terminados, el Ayuntamiento espera que la Comunidad ya haya aprobado el comienzo de las obras en la zona protegida, entre Cibeles y la Cuesta de Moyano. Contando que el Ayuntamiento facilitó a la Comunidad la documentación para el informe ambiental el pasado mes de octubre, la respuesta del Ejecutivo regional tendría que llegar a mediados del próximo julio.

Si no da el visto bueno para entonces, Aguirre tendrá que enfrentarse al peso de un proyecto a medio hacer y que goza de la aprobación unánime de los grupos del Ayuntamiento, de urbanistas de prestigio internacional. Si el informe regional sobre el impacto de la reforma del eje en el medio ambiente fuera negativo, el conflicto podría acabar en los tribunales. "Estas primeras intervenciones ayudan a visualizar el proyecto. Y como no son unas intenciones chocantes, allanará el camino para llegar al consenso sobre la otra parte", opina el urbanista José María Ezquiaga, señalando la ventaja que tiene haberlo troceado.

Hasta el momento, el único botón de muestra de este proyecto es la Cuesta de Moyano, ya de uso exclusivo para peatones.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona en 1980. Aprendió el oficio en la sección de Local de Madrid de El País. Pasó por las áreas de Cultura y Reportajes, desde donde fue también enviado a diversos atentados islamistas en Francia o a Fukushima. Hoy es corresponsal en Roma y el Vaticano. Cada lunes firma una columna sobre los ritos del 'calcio'.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_