Rasmussen se muestra "afligido" en Turquía por la crisis de las caricaturas
El nuevo jefe de la OTAN pide equilibrio entre religión y libertad de expresión
El primer ministro danés, Anders Fogh Rasmussen, dijo ayer en Estambul (Turquía) que se había sentido "profundamente afligido" por el hecho de que muchos musulmanes vieran las caricaturas de Mahoma publicadas en 2005 en un diario de su país como un insulto al islam. "Nada más lejos de mi ánimo", alegó.
Esas palabras fueron lo más parecido a una disculpa que pronunció el futuro secretario general de la OTAN en torno al episodio que provocó una ola de indignación y violencia en el mundo musulmán. Sólo 48 horas después de que su candidatura fuera aprobada in extremis por el Consejo Atlántico en Estrasburgo (Francia), Rasmussen acudió al país que amenazó con vetarle. Tras expresar su consideración hacia el islam y su respeto por los sentimientos religiosos, agregó que la libertad de expresión es una condición previa para un diálogo abierto y franco y que se debe encontrar un equilibrio entre ambos principios. En tono conciliador, anunció que, como secretario general de la OTAN, a partir del 1 de agosto, prestará "especial atención" a las sensibilidades religiosas y culturales.
Rasmussen fue la estrella del II Foro de la Alianza de Civilizaciones, la iniciativa lanzada en 2004 por el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ante Naciones Unidas, copatrocinada por Turquía y asumida después por la ONU, en un intento por achicar el foso entre Occidente y el islam tras el 11-S.
La participación de Rasmussen en los debates estaba prevista de antemano, como parte de su campaña para ablandar la oposición de Turquía, pero cobró un significado especial tras la cumbre aliada del sábado. El primer ministro danés, que tenía un aparatoso vendaje tras haberse dislocado un hombro en una caída en la habitación de su hotel, intervino en una mesa redonda, sentado al lado de Mohamed Jatamí, el ex presidente reformista iraní, y compareció ante la prensa.
Los periodistas turcos se mostraron menos interesados en el incidente de las caricaturas de Mahoma que en la tolerancia del Gobierno danés ante un canal de televisión por satélite (Roj TV) que se considera próximo al PKK kurdo. Rasmussen recordó que hay una investigación en curso de la fiscalía danesa. "Si hubiera evidencias suficientes
[de su vinculación con el PKK, al que calificó de grupo terrorista], por supuesto sería cerrado lo antes posible".
Al foro acudieron cinco jefes de Estado o de Gobierno y una treintena de ministros de Exteriores. El presidente de EE UU, Barack Obama, que llegó a Estambul procedente de Ankara, acudió a la recepción ofrecida por las autoridades turcas a los mandatarios asistentes al foro, pero no se quedó a la cena posterior, a la que estaba invitado. Según varios analistas turcos, Obama quiso así hacer hincapié en el carácter bilateral de su visita, al margen de la Alianza de Civilizaciones.
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