El Prat prevé operar 305 vuelos menos esta Semana Santa

La llegada de la Semana Santa animará un poco el tráfico en El Prat, que ha estrenado el año con caídas de infarto. Sin embargo, la crisis no le dejará de pasar factura durante Pascua. Las previsiones de que dispone el aeropuerto de Barcelona suman 305 vuelos menos que en los mismos días de 2008. La mayor concentración de tráfico se producirá el jueves (766 salidas) y el lunes (894 llegadas). En total, los vuelos suman 3.722, frente a los 4.027 registrados entre el Jueves Santo y el lunes de Pascua de 2008. La caída, del 7,6%, es, sin embargo, muy inferior a la del tráfico en enero (22%) y en febrero (21%).

La gran paradoja radica en el hecho de que la crisis (y la competencia del AVE) despejan el tráfico de viajeros a los pocos meses de que entre en funcionamiento la T-1, hasta ahora llamada T-Sur, que ampliará la capacidad de El Prat de 30 a 55 millones de pasajeros (hasta los 70 millones a partir de 2013, con la terminal satélite).

Por ahora, no hay avances sobre la descentralización de la gestión de El Prat. Y la reticencia añadida de Fomento a traspasar además los aeródromos de Sabadell, Reus y Girona, de la que informaba ayer este diario, no ha hecho más que encrespar los ánimos.

El parlamentario convergente Josep Rull lamentó el "enésimo" incumplimiento de los compromisos adquiridos por José Luis Rodríguez Zapatero: "En este caso no hay pacto, sino una decisión unilateral del Estado agravada por la incapacidad de los socialistas catalanes de imponerse en Madrid". El Gobierno central, ya había dicho Convergència i Unió (CiU) en una respuesta parlamentaria que sólo prevé el traspaso del aeropuerto de Sabadell. El secretario general de ERC, Joan Ridao, ve "cierta involución" en el tema: cuando se negoció el Estatuto, del que quedó fuera la gestión aeroportuaria, el Gobierno central sólo puso trabas a El Prat, mientras, según Ridao, "tenía prisa" con el traspaso de los secundarios, cuyas cuentas han empezado a mejorar. La vicepresidenta y portavoz de ICV, Laia Ortiz, encaja este nuevo "incumplimiento" del Ejecutivo central como "una falta de respeto" hacia una de las reivindicaciones históricas de Cataluña y confió en que estemos ante "el último coletazo de la ministra Magdalena Álvarez".