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Reportaje:Primer plano

Daños colaterales

CCM invirtió en proyectos sin rentabilidad a la vista como el aeropuerto de Ciudad Real

Participa en decenas de empresas, pero muy pocas le dan dividendos. Caja Castilla-La Mancha (CCM), intervenida por el Banco de España hace una semana, tiene intereses en proyectos variopintos a través de la Corporación CCM, desde la empresa de vinos y aceites del Marqués de Griñón hasta el aeropuerto de Ciudad Real, pasando por el grupo constructor y de servicios Isolux Corsán. Este último fue el que más dividendos le dio en 2007, según la última información disponible: 4,8 millones de euros.

Pedro Solbes ha señalado "la gestión inadecuada" como origen de los problemas de la caja, por "no haber sido suficientemente cauta a la hora de invertir en el sector de la construcción". Sobre todo por haber financiado ampliamente al ladrillo, no tanto por sus inversiones directas.

Trece de las 68 participaciones de la corporación son en inmobiliarias
La caja ha sacado dividendos en empresas como Isolux Corsán

La Corporación CCM, que agrupa todas esas participaciones, obtuvo un resultado en 2007 (últimos datos disponibles) de 85,2 millones de euros, en buena medida por ingresos extraordinarios, ya que el resultado neto fue de 4,5 millones.

El coste de adquisición de sus 68 participaciones es de 585 millones. De ellas, 13 son inmobiliarias, en algún caso con una presencia meramente testimonial de la Corporación CCM, como es el caso de la francesa Gecina, de la que sólo tiene un 0,6%.

Pero la mayoría de los proyectos dan pérdidas. El aeropuerto de Ciudad Real, por ejemplo, 1,7 millones en 2007, según esos datos. No es que la apuesta por esa nueva infraestructura haya hundido a la caja, pero todo suma. O resta.

El proyecto de un aeropuerto en medio de un olivar manchego, destinado a ser el primero privado de España, tenía mucho sentido cuando se planteó, en 1997, con su principal competidor, Madrid-Barajas, colapsado. Con acceso al tren de alta velocidad que dejaría al de Ciudad Real a poco más de media hora de la estación de Atocha todo eran buenos augurios. En todos esos años el aeropuerto manchego ha perdido el nombre (iba a llamarse Don Quijote, después intentó ser Madrid-Sur) y la oportunidad de atraer a las compañías de bajo coste.

La ampliación de Barajas le ha dado capacidad de sobra para muchos años de crecimiento con sus cuatro pistas. Y las tarifas de AENA son suficientemente competitivas como para que ni siquiera Ryanair, una de las compañías que más presionan en ese sentido y que suele utilizar aeropuertos regionales, se haya deslumbrado con Ciudad Real. Y los costes de control de tráfico aéreo son los mismos que para el resto de aeropuertos (los controladores los proporciona AENA).

Desde diciembre pasado, sólo dos compañías operan desde el primer aeropuerto privado de España:

Air Nostrum, filial de vuelos regionales de Iberia, y

Air Berlin. Según el aeropuerto de Ciudad Real, en estos cuatro meses han pasado por allí 12.800 pasajeros, de ellos unos 3.400 en marzo. "Más que algunos aeropuertos regionales de AENA", dice un portavoz de Ciudad Real. En efecto, hubo nueve aeropuertos comerciales de la red estatal con menos de 4.000 pasajeros en febrero.

Caja Castilla-La Mancha tiene un 5% directo y un 25% a través de la Corporación, que según la misma fuente ha supuesto una inversión de 31 millones de euros. CR Aeropuertos cuenta en la actualidad con una póliza de crédito por importe de 75 millones de euros concedida por CCM, una cantidad que representa el 0,006% de los créditos prestados por la entidad a sus clientes. La sociedad promotora responde puntualmente al crédito desde su aprobación. Igualmente tiene una póliza de anticipo de IVA de 14 millones.

Tras numerosos problemas, sobre todo medioambientales (cuando iba a inaugurarse, en otoño pasado, el Ministerio de Medio Ambiente le denegó la licencia porque faltaban requisitos por cumplir), el aeropuerto de Ciudad Real nace justo en el peor momento, con la demanda de tráfico de pasajeros en caída libre por la crisis y una situación aún peor para el transporte aéreo de mercancías, una de las mejores bazas de Ciudad Real. La estación de AVE, que costará unos 30 millones sobre una inversión total de 400, aún está por construir.

Con este panorama no sorprende que los inversores (entre ellos Inversiones Aeroportuarias del Centro, del empresario Domingo Díaz de Mera, Isolux e

Iberdrola) busquen comprador desde hace tiempo. Se supone que el principal candidato a quedarse con el aeropuerto manchego es la compañía del aeropuerto de Abu Dhabi, pero ninguna de las fuentes consultadas confirma esas negociaciones.

Otra de las inversiones quijotescas de la Corporación CCM fue El Reino de Don Quijote, un macroproyecto de ocio con casino, campos de golf, hoteles de lujo, zona residencial..., que se suponía iba a acompañar el éxito previsto del aeropuerto. Un supuesto bombazo para el turismo manchego (cuenta con el apoyo del Gobierno regional y del Ayuntamiento de Ciudad Real) de la mano de una de las mayores multinacionales del juego, Harrah's, que de momento está parado.

En el lado de las inversiones rentables están la de Isolux Corsán, Inmobiliaria Parquesol

o Industrias Cárnicas Loriente Piqueras. Todas le dieron dividendos sustanciosos en 2007: casi cinco millones la primera y más de un millón cada una de las otras dos.

En Isolux Corsán, donde la Corporación CCM tiene un consejero, el director general de la corporación Juan Ávila, explican que han sufrido "la fatalidad" de que uno de sus accionistas esté intervenido por el Banco de España, pero no creen que ello vaya a tener consecuencias para su negocio. De momento, nadie les ha dicho que vaya a cambiar el consejero ni que se venda de manera inminente esa participación. -

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