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Localizada en México una niña desaparecida hace 11 años

El padre, en vías de separación, se llevó de Ávila a la menor

Sara García Rachid sonríe cándidamente en Internet desde hace un decenio. Justo desde que desapareció un mal día de noviembre de 1998. Era uno de los rostros más difundidos a través de las páginas de Interpol y de las asociaciones de búsqueda de desaparecidos. Se la llevó su padre y jamás se volvió a saber nada de la niña, que entonces tenía sólo tres años de edad. Ahora, la chiquilla ha sido devuelta a su madre, tras haber sido localizada en México conviviendo con su padre, según la Guardia Civil.

El 6 de noviembre de 1998, Sara se despidió de su madre en Sotillo de la Adrada (Ávila) antes de subir en el coche de su padre, Cesáreo García Sánchez, natural de Pelayos de la Presa (Madrid) para pasar la tarde con él. Ésa fue la última vez que vio a su madre, una mujer de origen marroquí, la cual había obtenido la custodia de la pequeña dos semanas antes según decisión del juez que se ocupaba de su proceso de separación conyugal.

El rostro de Sara era uno de los más repetidos en las 'webs' de 'buscados'

En su primera declaración ante la Guardia Civil, la madre explicó que tras una denuncia de malos tratos recibidos de su ex marido, un juez le había asignado a ella la custodia de la menor, por lo que el padre decidió llevársela al extranjero.

A partir de ese momento, el asunto fue comunicado a todas las unidades policiales. Por los datos que se fueron recabando, que situaban a la niña y a su padre fuera de España, se ampliaron las investigaciones a diversos países europeos y africanos. En concreto, las pesquisas indujeron a creer que la chiquilla podría estar en Marruecos, Argelia, Francia o la República Dominicana.

La Guardia Civil detuvo en febrero de 1999 al argelino A. T., cuñado de Cesáreo, acusado de coaccionar a la madre de la niña con el pretexto de que sabía dónde estaba la pequeña Sara, pero añadiendo que no lo diría si no recibía cierta cantidad de dinero.

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En el año 2000, la Comandancia de la Guardia Civil de Ávila propició que Interpol hiciera una difusión internacional del caso de ésta. "Jamás cesamos en nuestra búsqueda. En 2003 tuvimos informaciones que situaban a la niña en el Estado de Baja California, en México, por lo que el Juzgado de Instrucción de Arenas de San Pedro dictó una orden de búsqueda y detención de Cesáreo a través de Interpol", según explica el capitán Félix Hernández, de la Guardia Civil de Ávila.

En enero de 2004, los guardias civiles precisaron que Sara y su padre podrían estar en la ciudad de La Paz, en Baja California y pidieron ayuda a la policía mexicana a través de Interpol. Pero 12 meses más tarde, las autoridades aztecas respondieron que no habían dado con el paradero de estas personas.

La Guardia Civil tuvo plena confirmación de sus sospechas cuando supo, en febrero de 2006, que Cesáreo había solicitado la renovación de su pasaporte en el Consulado de España en Monterrey. Así que decididos a no cejar en su empeño, los incansables agentes elaboraron un retrato-robot de la chiquilla a partir de las últimas fotos disponibles y lo difundieron por Interpol requiriendo ayuda a la policía mexicana.

Sin embargo, la respuesta de México era una y otra vez la misma: "Aquí no sabemos nada de esa niña ni de su padre". Así un año y otro año. Hasta que el pasado 23 de marzo, Interpol comunicó que Sara había sido localizada y que ella y su progenitor serían entregados a España el 29 de marzo. Y así fue: Sara ha sido devuelta a su madre, y Cesáreo ha quedado en libertad por orden del juez de Arenas de San Pedro, ya que únicamente se le puede acusar de desobediencia (el delito de sustracción de menores no fue tipificado en el Código Penal hasta 2002). La niña, que hoy tiene 14 años, "se encuentra en perfecto estado", según el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.

La Guardia Civil, a través de una nota oficial, se ha adjudicado el éxito de la localización de la menor. Pero Diario de Ávila aseguraba ayer que todo ha sido gracias a un comunicante anónimo que el pasado 20 de marzo telefoneó a este periódico y comunicó que Sara estaba efectivamente en La Paz. "Todo fue una casualidad: días después de conocerla, sin que ni ella ni sus circunstancias hubieran levantado sospechas, vi en Internet la requisitoria sobre su detención", ha declarado el anónimo informante, que también alertó a la Procuradoría General de la República. Cesáreo sobrevivía en México trabajando de pintor artístico.

Sara García Rachid, en una foto de Internet.
Sara García Rachid, en una foto de Internet.

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