Maurice Jarre, compositor de bandas sonoras
El músico francés ganó tres Oscar, uno por 'Doctor Zhivago'
Hace casi una década, y después de haber trabajado en más de 150 películas, Maurice Jarre se retiró del cine. El compositor francés, que falleció en la madrugada del 29 de marzo en Los Ángeles, a los 84 años, no soportaba la tacañería artística del nuevo Hollywood. Desde hace tiempo renegaba de una industria que prefería sustituir la orfebrería musical por prácticos sintetizadores. Él, que había grabado la música de Doctor Zhivago con 25 balalaikas, que contó con 15 arpas para La hija de Ryan, que describió en Arde París la entrada de los alemanes en la capital francesa con 12 pianos de cola y que mezcló la música electrónica con la tradicional de Indonesia en El año que vivimos peligrosamente, ya no encajaba en el negocio. "No necesito trabajar en nada que no me entusiasme. Estoy cansado de productores que quieren escuchar a una gran orquesta contratando sólo a tres instrumentistas".
"Cuando escuché la segunda rapsodia de Liszt supe que quería ser director"
Maurice Jarre, padre de Jean-Michel Jarre, nació en Lyón en 1924. Era hijo de André Jarre, el director técnico de Radio Lyón, una emisora de música de variedades. "A los 16 años, mi padre me trajo discos de 78 revoluciones; cuando escuché la segunda rapsodia de Liszt, dirigida por Leopold Stokowski, comprendí que quería ser director de orquesta. Dediqué el bachillerato a estudiar las bases y me matriculé en el conservatorio de París. Era ya mayor para aprender algún instrumento, así que me apunté en la clase de percusión. Tenía 19 años y mis compañeros eran virtuosos niños de 12. Pero allí tuve un profesor, Charles Munich, que me enseñó que esta profesión es 50% talento y 50% de diplomacia", contó en cierta ocasión.
Otro de sus maestros era Joseph Martenot, el inventor de la Onda Martenot, caja electrónica que anunciaba el futuro de la música. Un futuro que él empezó a poner en práctica en las veladas del teatro de Louis Barrault. Allí, en 1950, le descubría el actor y director Jean Vilar, quien le pedió su primera obra para un filme.
Pero el vuelco a su carrera no llegó hasta 1961, cuando el productor Sam Spiegel le contrató (junto a otros tres músicos) para trabajar con David Lean en Lawrence de Arabia. Maurice acabó desplazando a los otros compositores hasta apoderarse de la música de la película que le daría su primer Oscar. En 1965, llegaría Doctor Zivhago, con el mismo director, y el archifamoso Tema de Lara. Segundo Oscar para el francés. La hija de Ryan (1970) y Pasaje a la India (1984), que supuso su tercer y último Oscar, fueron las otras colaboraciones con Lean.
La extensa filmografía de Jarre pasa por John Huston (El hombre que quiso reinar, El juez de la horca), Peter Weir (El año que vivimos peligrosamente, Único testigo, Mad Max III, La costa de los mosquitos...), William Wyler (El coleccionista), René Clement (Arde París), Alfred Hitchcock (Topaz), Henry Hathaway (El póquer de la muerte), Luchino Visconti (La caída de los dioses) o Völker Schlöndorff (El tambor de hojalata). Maurice Jarre solía decir que una mala banda sonora es como un café cargado de azúcar. Detestaba un mal subrayado y defendía las partituras imperceptiblemente ligadas a una imagen que luego no sería lo que es sin ellas. Ayer, las radios francesas emitieron una y otra vez su célebre Tema de Lara (Lean le pidió que pensara en su tierna novia al componerla) mientras el presidente de la República, Nicolas Sarkozy, rendía el homenaje oficial a un hombre "fundamental en la historia del cine".
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