La Bolsa agota el filón alcista

La Bolsa española puso fin este último viernes a la mejor racha alcista de su principal índice, el Ibex 35. Este índice se ha mantenido al alza durante 13 sesiones consecutivas, en las que ha rebotado desde los mínimos anuales en 6.700 puntos hasta superar los 8.000 puntos, nivel que al final de la semana no ha podido mantener.

En esta semana, el Ibex 35 acumula una subida del 2,82% y a pesar de que en la sesión de cierre cedió el 1,84%, lo que le impidió cerrar por encima de los 8.000 puntos.

En las cuatro últimas sesiones, este índice chocó literalmente con una barrera situada ligeramente por encima de los 8.100 puntos, lo que animó a muchos inversores a soltar lastre para abandonar un movimiento en el que entraron muy poco convencidos.

Los analistas estaban, y están, muy divididos sobre la capacidad del mercado para consolidar ese rebote, hasta el punto de que algunos de ellos todavía dudan de su vigencia y esperan nuevos recortes. Para la mayoría, el rebote es válido y los 6.700 puntos del Ibex 35 han terminado por ser el "suelo" que se estaba buscando. La magnitud del rebote -el Ibex 35 ha subido un 21,17% entre el mínimo y el máximo relativos-, para unos, significa que el mercado estaba sobrevendido y, para otros, es tan sólo un alarde de volatilidad que, tarde o temprano, pasará factura.

Dejando a un lado esas opiniones, lo cierto es que el ambiente de fondo ha cambiado sustancialmente para los inversores, sobre todo después de anunciarse el ambicioso plan de compra de activos tóxicos de la banca de Estados Unidos. El diseño del plan, que da entrada al capital privado, gustó en Wall Street y la Bolsa reaccionó con fuerza. El problema es que ahora se diseñan unas normas de supervisión más estrictas para el conjunto del sector financiero, y eso provocó algunas reticencias en la Bolsa de Nueva York en la sesión de cierre.

La mejor situación en que quedará el conjunto del sector financiero tras la adquisición de los activos tóxicos es un paso muy importante en la superación de la actual crisis y los mercados de valores lo han tenido en cuenta a lo largo de esta semana. La cuestión ahora está en saber cuándo ese cambio de escenario se empezará a trasladar a la economía real, en este momento el principal problema para los inversores, pendientes de cómo cada una de las sociedades cotizadas capea este temporal.

El dinero que ha acudido al mercado en las últimas sesiones apenas ha variado respecto de las semanas anteriores, aunque en los dos últimos días, quizá como fruto del agotamiento de la orientación alcista, en el Mercado Continuo el negocio total llegó a caer por debajo de los 2.000 millones de euros. Las operaciones del "mercado abierto", con 1.754 millones el jueves y 1.822 el viernes, parecían indicar que la inversión se había retirado.